Aquí viene Raúl Gómez Jattin recitando sus versos | Señal Memoria

Cartagena ya no es la misma desde que Raúl Gómez Jattin dejó de transitar sus calles. No era difícil verlo recorrer las murallas hablando y contando sus versos para sí y para quien tuviera la fortuna de encontrarlo. Quizás no eran versos; era la vida entera la que contaba Gómez Jattin; esa vida que se resumía en las gentes de distintos linajes de la ciudad caribeña.

 

Gómez Jattin enfrentó la vida con locura. Esa locura que no solo es poesía sino también asilo, descontrol y discurso desbocado. De él se decía que estaba loco porque había ido a parar a los sanatorios de la región, pero quizás estaba más cuerdo que muchos. Era la esencia de la poesía misma; de la poesía que podía surgir en los entreverados contrastes de una sociedad tradicional que guardaba el calor de la conquista, de la Inquisición, del sistema de castas, de la normalización de las escuelas de monjas y curas. (Lee: 4 escritores que rompieron las reglas)

 

Gómez Jattin nació en Cartagena en 1945 y murió en 1997. Pertenece a una generación poética posterior al nadaísmo e independiente de la mayor parte de los movimientos literarios establecidos.  Conocido y apreciado mientras vivió en un circulo bastante restringido, llevó una vida un tanto desaforada y que le ha valido para ser incluido en el círculo de los poetas malditos.

 

Su vida pasó ambulando por las calles de Cereté y Cartagena.  De las calles y de su paso por hospitales siquiátricos recogió la tragedia de la condición humana y de la exclusión.

 

Su obra se compone de textos como:

 

- Retratos (1980-1986)

- Amanecer en el valle del Sinú (1983-1986)

- Del Amor (1982-1987)

-Hijos del tiempo (1989)

-Esplendor de la mariposa (1993)

 

 

 

 

 

Los invitamos a acompañarnos en este homenaje en memoria del poeta cartagenero. Un homenaje al que también se sumó En Orbita, que estuvo Tras la voz de Raúl Gómez Jattin