Técnicamente, la aguja de un tornamesa es un transductor. O sea, más o menos, que transforma y conduce. Y lo hace así: el contacto de la aguja con el disco produce un movimiento. Ese movimiento corresponde a la forma del surco por donde pasa la aguja. Montañas y valles microscópicos que la aguja va recorriendo a medida que gira el disco. Entonces, a través de la aguja, la energía de ese movimiento se transforma en impulsos eléctricos que se van por los cables del tornamesa.
Pero esa energía eléctrica es muy pequeña si se compara con la que se necesita para accionar un parlante. Entonces lo que se necesita es amplificar la energía. Y de eso se encarga, precisamente, el amplificador al que va conectado el tornamesa. Una vez amplificada la señal eléctrica, es enviada a los parlantes. Allí, lo eléctrico se vuelve a transformar en movimiento. Y al ser una señal ya amplificada, es capaz de mover el cono. Entonces se produce el sonido. En un principio, fue como volar.
Esta historia hunde sus raíces en todos los experimentos del siglo XIX que dieron origen al telégrafo, al teléfono, a la radio, las grabaciones de cilindro, en disco e incluso las grabaciones en cinta. Todo estaba muy relacionado. Se trataba fundamentalmente de transformar el movimiento mecánico del sonido en algo que permitiera transmitirlo, transportarlo, grabarlo… dominar su naturaleza. Y se logró a través de analogías. Es decir, representaciones del sonido, algo equivalente: las formas del surco, así también la electricidad que producen, otra analogía. De allí que a estos mecanismos se les llame analógicos o análogos.
Entonces, sobre esa base, las agujas empezaron carrera en 1906, para ser comercializadas como parte de aparatos reproductores veinte años más tarde. Es casi la misma historia de la radio. Desde los años 20 empezó la difusión del invento por el mundo y muy rápidamente vinieron las mejoras. Luego, entre los años 40 y 60 se consolidaron los formatos más exitosos de la mano de la evolución de los discos de vinilo. Aquí les presentamos en detalle una de las agujas usadas en Señal Memoria para la digitalización de sus discos. Es la aguja marca Shure con referencia M44-7-H, instalada en un tornamesa Technics, que fue el usado por muchos años en la Radio Nacional de Colombia.
