El punto de partida fue un conjunto de programas que en el año 1980 realizaron Cecilia Fonseca de Ibañez, Lorenzo Matos Ordónez y Jaime Villa Esguerra, al cumplirse los cuarenta años de la Radio Nacional, así como las clásicas entrevistas que en los años 50 adelantó para la misma radiodifusora José María Álvarez D’Orsonville a personajes fundamentales de la intelectualidad y las artes colombianas.
En aquellos programas inspiraron la serie, había claves sobre la historia de la radio y algunas voces y entrevistas de personajes que dejaron un importante legado. La mayoría de ellos ya no vive, y con Historias de onda larga, memorias de la radio en Colombia se buscó recuperar su memoria con un lenguaje radiofónico contemporáneo y, en muchos casos, tratando de reconstruir su vida y su paso por la radio a través de las palabras y recuerdos que conservan sus herederos y oyentes.
Don Ruby y El Ciego de Oro fueron, por ejemplo, el tema central de tres de los programas de la serie. Ambos fueron locutores, su inicio en la vida radial coincidió con el inicio de la radio misma. Su historia personal permite entender múltiples aspectos de este maravilloso medio: ¿cómo se hacían las cuñas radiales en los primeros años? ¿Qué tipo de música se programaba? ¿Cómo fueron surgiendo los servicios sociales? ¿Cómo se iba moldeando la misión y la concepción de la radio comercial?
Don Ruby y el Ciego de Oro, dos voces mil recuerdos
En últimas, al escuchar a Don Ruby, recordado por su espacio La Hora de los Novios o al Ciego de Oro, recordado por sus programas sobre tango, es posible percibir que ser un locutor de radio en los años cuarenta o cincuenta era muy distinto a lo que significa ser locutor hoy en día. Don Ruby nació al final de la Guerra de los Mil Días y se vinculó a una de las primeras emisoras comerciales: Radio Santa Fe. El Ciego de Oro, por su parte, pasó por algunas emisoras, pero fue en la Emisora Mariana en donde estuvo la mayor parte de sus días
Los hijos de ambos locutores conservan recuerdos intactos: las campañas por los leprosos de Agua de Dios, la venta de colirio para los ojos; los espectáculos abiertos al público en los radioteatros que le permitieron a estudiantinas, tríos y grupos que interpretaban música del altiplano darse a conocer ante un agradecido público que asistía masivamente para conocerlos en persona.
La radio del Ciego de Oro y de Don Ruby era distinta por su música, por la música y las cuñas que transmitía. La audiencia era también distinta. Al escucharlos es posible entender una página más de la historia de la radio en Colombia.
El Ciego de Oro
