Tres cosas son fundamentales para la conservación y preservación de grabaciones de sonido:
- Mantenerlas libres de cualquier depósito de partículas extrañas.
- Mantenerlas libres de cualquier presión que pueda causar deformación.
- Almacenarlas en un ambiente estable y controlado (temperatura y humedad).
Esto último es lo más complejo para el ambiente casero. Pero si se tiene cuidado con los otros dos factores, sin duda los discos tendrán una vida más larga.
Ahora, ¿qué son partículas extrañas?
El mayor enemigo. En el ámbito de la conservación, es la forma para denominar la basura, el polvo. Compuesto variopinto que incluye, entre otras cosas, fragmentos de piel humana, material mineral o de plantas, fibras textiles, humo, grasa, esporas de hongos, sales, incontables microorganismos y demás materiales orgánicos e inorgánicos, que dependen del lugar. El polvo tiene una propiedad que, para el caso de la conservación, resulta muy perjudicial: es higroscópico. Es decir, atrae y retiene el agua.
Aunque los vinilos no se ven tan afectados por la humedad como le sucede a los discos de acetato, la humedad afecta carátulas, genera condiciones para la corrosión y el surgimiento de hongos.
Pero el polvo es abrasivo. Y esa condición, combinada con la presión que ejerce la aguja al momento de reproducir el disco, perjudica los surcos donde está registrado el audio. Por otro lado, con el tiempo el polvo se adhiere al disco de forma tal que disminuye el contacto entre la aguja y el surco.
Entonces, ATENCIÓN:
- Para lavar los discos es bueno usar agua destilada. No de la llave porque puede contener minerales perjudiciales a largo plazo. Aunque el agua no elimina la grasa en la que se aloja el polvo (huellas dactilares, por ejemplo), sí elimina varios otros elementos. No usar alcohol: puede perjudicar la estabilidad del material. (Existen máquinas especializadas. Alto costo).
- Nunca toque la superficie de una grabación. Lo ideal es el uso de guantes en buen estado para tomar el disco solo por los bordes.
- Mantenga los discos lejos de depósitos de polvo, de papel o cartón.
- Evite cocinar, comer, beber y fumar cerca de los discos.
- Evite autoadhesivos tanto en los discos como en los contenedores o empaques.
- Mantenga limpios los equipos de reproducción.
- No deje los discos expuestos a la luz. Los discos de vinilo se ven afectados negativamente por la luz ultravioleta y por las fluctuaciones de temperatura o ciclos térmicos. Cada ciclo ocasiona una pequeña e irreversible deformación y estas deformaciones son acumulativas. Por otro lado, los discos de vinilo son resistentes al taque de hongos y no se ven tan afectados por altos niveles de humedad.
- En el asunto de la bolsa de plástico, la cubierta interior, no hay acuerdo. Tiene la desventaja de acumular humedad. Además, hay cubiertas plásticas que son de PVC, material de la misma naturaleza que el disco, por lo que con el paso del tiempo pueden presentarse adherencias u otros problemas. Por otro lado, las cubiertas de papel se deterioran más rápido que las plásticas y sus residuos son perjudiciales. Entre una y otra cosa, se recomiendan cubiertas de polietileno. Pero también está el problema de la humedad aunque, como se mencionó, el vinilo no se ve tan afectado por este factor como sí sucede con los viejos discos de acetato.
- Hay que eliminar las cubiertas plásticas de las carátulas. Estas tienden a encogerse y pueden afectar tanto la carátula como el disco interior.
- Almacene los discos de manera vertical. Nunca uno sobre otro. Si son muchos discos, es bueno abrir un espacio cada 10 o 15 centímetros.
- El lugar de almacenamiento debe tener soportes que ejerzan presión uniforme en todo el disco.
- Si usted conserva discos de diferentes tamaños, sepárelos. La presión sobre discos pequeños puede arruinarlos, así como se puede arruinar el disco de mayor tamaño por una presión no uniforme en su superficie.
- Al sacar el disco de la carátula o sobrecubierta: hay que hacerlo sujetando el borde de la cubierta y halando. Se ubica un borde la carátula contra el cuerpo y se presiona el borde opuesto, de forma que se haga un arco y se facilite la salida del disco. Aún si el disco está dentro de la bolsa o cubierta, evite hacer presión sobre los surcos porque dentro de la bolsa puede haber polvo.
- Al sacar el disco de la cubierta interna, hágalo de forma tal que los puntos de contacto sean el borde del disco y su centro, la etiqueta central. Nunca los surcos.
José Perilla