El Tour de l’Avenir fue la más importante competencia de aficionados. En 1980, ganó Colombia.
Fotografía: Archivo El Tiempo / En la foto: Equipo colombiano en el Tour de l'Avenir 1980. De iz a der. Raúl Mesa (DT), Antonio Londoño, Julio Rubiano, Rafael Acebedo, Alfonso Flórez, Fabio de J. Vargas, Rogelio Arango y Patrocinio Jiménez.
Texto por: José Perilla
HJCK – Programa Carta de Colombia – Entrevista a Julio Rubiano - 1980
Alfonso Flórez (1952-1992), ciclista santandereano, fue campeón del Tour de l’Avenir, en Francia, en 1980. Así, se convirtió en el primer ciclista no europeo en lograr tal hazaña. Un hecho primordial en la historia del ciclismo colombiano. Se coronaba con ello una década brillante, en la que se cuenta el campeonato mundial que ganó Cochise en 1971, la primera participación de Colombia en l’Avenir en 1973 y los numerosos triunfos en el ámbito americano. Fue de esa forma como se abrieron puertas para la participación que tuvo el país, durante los años 80, en las más importantes competencias del ciclismo mundial, es decir, las europeas.
Buenos años para Flórez. En el 78 fue segundo en la Vuelta a Colombia. Al año siguiente ocupo el primer lugar de dicha competencia, así como también el de la Vuelta a Chile. Ese mismo 1979, fue tercero en el Clásico RCN. En 1980, además de ganar en Francia, de nuevo subió al podio de la Vuelta a Colombia, al ocupar el segundo lugar.
HJCK – Programa Carta de Colombia – Entrevista a José Beyaert – 1980
En el Tour de l’Avenir, al triunfo de Flórez, se sumó el hecho de que los corredores colombianos obtuvieron el segundo lugar en el campeonato por equipos. Uno de sus miembros fue Julio Alberto Rubiano. Él, y el ciclista francés José Beyaert, fueron entrevistados por la emisora HJCK, a propósito del triunfo colombiano. Al ser aquella una de las primeras veces en que el ciclismo colombiano estuvo en Europa, la entrevista se enfocó en lo que fue novedad: dificultad con los medios de comunicación, relaciones con otros corredores, incertidumbres de la topografía francesa. Beyaert, experimentado corredor, señaló dos de las principales dificultades: idioma y bases alimenticias.