Ficha Técnica
Colombia era un país cuyas montañas, hace doscientos años, estaban coronadas, como mínimo, por 349 kilómetros cuadrados de nieves perpetuas, distribuídas en 19 picos de las tres cordilleras. En 2018 la cifra llegó a 37 kilómetros cuadrados plenos de nieve, ubicados en tan solo seis alturas.
Según el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM), en el siglo XX se extinguieron los glaciares de Galeras, Quindío, El Cisne, Puracé, Pan de Azúcar, Sotará, Cumbal y Chiles. Por su parte, las consecuencias del cambio climático han llevado a que los que quedan, pierdan sus glaciares de manera cada vez más acelerada. Estos son: las Sierras Nevadas de Santa Marta y El Cocuy o Güicán, y los volcanes nevados del Ruiz, Santa Isabel, Tolima y Huila.
Este fragmento del noticiero cinematográfico Colombia al Día de 1957, nos lleva en un sobrevuelo a las cimas de los nevados del Ruiz y del Tolima. Aquí se describen las posibilidades turísticas que ambos inmensos accidentes geográficos podrían tener en años venideros. Un panorama en el que, por supuesto, no se vislumbró la tragedia que ocurrió en noviembre de 1985 con el deshielo de una parte del Ruiz y la consiguiente desaparición de la población de Armero (Tolima).
La situación es tan dramática que se estima que para el año 2030 la nieve del volcán nevado de Santa Isabel, que marca la frontera entre los departamentos de Risaralda, Tolima y Caldas, desaparezca. Las cumbres que están a más de 5.000 metros, como El Cocuy, la Sierra Nevada de Santa Marta y el Nevado del Ruiz, podrían durar unas décadas más en comparación con las que están por debajo de esa altura. Sin embargo, su desaparición también parece inminente.
Autor: Javier Hernández
