Ficha Técnica
En 1956 el noticiero cinematográfico Colombia al día mostró a los colombianos y al mundo la labor que se realizaba en el Serpentario ubicado en la desaparecida población de Armero. Allí se encontraban las serpientes más peligrosas y comunes en nuestra geografía: la cascabel y la taya.
En medio de cómicos y ácidos comentarios el narrador Juan Caballero nos relata el proceso de creación del suero antiofídico, cuyo proceso se iniciaba en este sitio con la recolección del veneno.
El Serpentario estaba ubicado a dos kilómetros de Armero, entre Mariquita y Honda. Hasta 1985 llegó a ser el más importante de Colombia y el segundo en Latinoamérica. Las instalaciones sobrevivieron a la avalancha del Nevado del Ruíz que destruyó a Armero. Los investigadores y trabajadores que laboraban allí murieron en el desastre.
Cuando la avalancha sepultó a Armero algunas de las serpientes escaparon. Así surgió el rumor de que varias personas habían muerto víctimas de las picadura de los animales y no del lodo y la arena. Tras el desastre se comenzó la dispendiosa y peligrosa labor de capturarlas, lo que se logró en buena parte.
Lamentablemente por descuido estatal, no se proveyó de más recursos para la supervivencia de los animales, de forma que gran parte de los 1500 animales que habitaban allí murieron de hambre. Las serpientes sobrevivientes y un grupo de primates, que hacían parte del zoocriadero experimental utilizado por el científico Manuel Elkin Patarroyo en investigaciones biomédicas, fueron trasladados a otras instalaciones del país.
Autor: Javier Hernández