Besamos por amor y por amistad, en la boca y en las mejillas, para saludar y para decir adiós, a familiares y personas que conocemos. Hoy, en el Día Internacional del Beso —en honor al beso más largo de la historia, de más de dos días y medio—, nos adentramos en sus beneficios (reducir el estrés y aumentar la felicidad), historia (ya hay referencias en textos de 1.500 AC, y podría haber empezado como una forma en la que las madres pasaban alimentos a sus hijos), usos sociales (también sirven para saludar y despedirse) y referencias culturales.
¿Cuál es el beso más largo que han dado? Sea cual sea la duración, probablemente no se acerque al que se dieron Ekkachai y Lasana Tiranat en 2013 por 58 horas, 35 minutos y 58 segundos (¡más de dos días y medio!) en una competencia de Tailandia. En honor a este beso eterno, el más largo que la humanidad haya registrado hasta hoy, se celebra el 13 de abril como el Día Internacional del Beso.
Besar, qué gran acción. Durante un beso se estimulan al menos treinta y cuatro músculos de la cara, se reduce la hormona del estrés (cortisol) y aumentan la serotonina y la dopamina, de ahí la sensación de alegría que queda. ¿A quién se le ocurrió que los labios servían para eso? Según el diario español La Vanguardia, el origen se podría rastrear hasta hace millones de años cuando las madres les daban de comer a sus bebés alimentos masticados directamente de su boca. Y en el 1.000 o 1.500 AC ya había referencias a los besos en textos hindúes, como el poema Mahabharata.
[...] Día Internacional del beso. El origen se podría rastrear hasta hace millones de años cuando las madres les daban de comer a sus bebés alimentos masticados directamente de su boca.
¿Cuántas referencias a los besos hay en libros, películas, canciones y cuadros? Por ejemplo, Un beso de Dick, escrito por Fernando Molano; El beso (1896), una de las primeras películas de la historia, dirigida por William Heise; “Los besos”, de Greeicy; “El beso”, el óleo de Gustav Klimt. Y bueno, no podemos dejar de mencionar “El beso”, la escultura de mármol del francés Auguste Rodin. Esta obra representa a Paolo y Francesca, personajes de La divina comedia de Dante Alighieri, asesinados por el marido de Francesca al sorprenderlos en la mitad de un beso, prueba de lo peligrosa que puede llegar a ser esta acción. Así, los besos no solo inundan nuestras vidas sino las creaciones culturales, que, precisamente, reflejan nuestras experiencias.
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Abramos el espectro y no nos quedemos solo en los besos en la boca: hablemos, por ejemplo, de los besos en la mejilla a forma de saludo. Hoy son conocidos los dos besos españoles, uno en cada mejilla, mientras que en Colombia se saluda con uno solo. Es una expresión de afecto, aunque también puede ser un saludo entre desconocidos. Según National Geographic, los romanos tenían tres versiones del beso: el osculum (beso en la mejilla, típico entre amigos), el basium (beso en los labios, destinado al esposo o esposa) y el suavem (beso entre amantes).
[...]los besos en la mejilla a forma de saludo... son conocidos los dos besos españoles, uno en cada mejilla, mientras que en Colombia se saluda con uno solo.
El cristianismo —marcado en su fundación por el beso que Judas le dio a Jesús como sentencia— también lo integró a sus prácticas religiosas. En su “Epístola a los romanos”, San Pablo invita a sus seguidores a saludarse con un beso sagrado. Luego, en la Europa medieval, los besos permitían cerrar negociaciones y sellar pactos, pero esto cambió con la epidemia de peste que azotó al continente en el siglo XVI. Asimismo, la pandemia del covid-19 ha reducido los besos como forma de saludo e interacción social: ¿cuándo volverán?
Lo fascinante es que, sin decirlo, hay unos códigos colectivos respecto a cuándo se saluda de beso, y a quién. Las mujeres se pueden saludar de beso entre ellas, así como con los hombres. ¿Y por qué los hombres no se saludan de beso? Más allá de la respuesta, el punto es que algo tan sencillo como el beso está envuelto en todo tipo de cálculos, reglas y ritmos que —aunque rara vez se manifiesten explícitamente— conocemos por costumbre y observación.
¿Cuándo se saluda de beso y cuándo no? La pregunta puede parecer trivial, pero precisamente es importante porque permite adentrarse en esas reglas implícitas y en cómo se navegan todo tipo de interacciones sociales día tras día. En Temas del día, un programa de Canal Uno, la experta en etiqueta y protocolo Silvia Meléndez habló con Vanessa de la Torre precisamente sobre este tema: cuándo es válido para las mujeres saludar de beso. “Si a mí previamente ya me lo han presentado, o hemos entablado una relación de amistad entre nosotros, bienvenido el beso. Pero si es la primera vez que me lo presentan, en ningún caso debo darle beso: siempre debo saludarlo de mano”.
(2003).Temas del día : ¿Qué tan importante es el sexo en una relación? [Magazín]. Colombia: Canal Uno. Archivo Señal Memoria, BTCX60-055397
Autor: Santiago Cembrano
