La felicidad en la Navidad generalmente se encuentra vinculada a recuerdos infantiles, el encuentro con familiares que no se ven hace mucho tiempo, la abundancia de comida, para algunos la abundancia de licor y todo este pastel cubierto con un elemento en común: la fiesta religiosa del nacimiento de Jesús.
También están las historias de esperanza. Los milagros de Navidad al estilo de la obra de Charles Dickens. También está la banda sonora de esta época. Por cosas del consumo heredado desde los Estados Unidos, muchos grupos, cantantes de rock, pop, vallenato, salsa, merengue, bossa nova y demás, se han permeado de ese espíritu de esperanza y reconciliación, con tintes de fiesta, que es la Navidad.
Si las novenas, la natilla, el puzandao y la pólvora, entre otras entretenciones, le dejan algo de tiempo, escuche estos tres hits que han trascendido en la música clásica para acompañar la Navidad. Son tres obras archipopulares que han marcado a grandes y niños. No están organizadas en orden cronológico, sino en orden de popularidad.
El “¡Aleluya!” de Händel
Händel – El Mesias – Aleluya - Karl Richter
Definitivamente la obra más conocida de este grupo. El significado de esta palabra es “¡Alabad a Yahvéh!”. Pertenece a El Mesías, un oratorio estrenado por Georg Friedrich Händel en Dublin durante la Semana Santa de 1742. En esta obra se aborda toda la vida de Jesús, no sólo de su nacimiento. De hecho, el “¡Aleluya!” es en este oratorio es una celebración por la resurrección y no por el nacimiento. Este fragmento musical se asoció, con el paso del tiempo, a las celebraciones navideñas.
Según Lawrence Cummings, director de la Orquesta Händel de Londres, el vínculo de esta obra con la Navidad vino a partir del hecho de que existe mucha música coral escrita para la Pascua y poca para la Navidad. La primera parte de este Mesías aborda el nacimiento de Cristo. Por tal motivo es una obra ideal para acompañar las festividades de diciembre. La tradición musical de El Mesías de Händel pasó de Inglaterra a Estados Unidos y de Estados Unidos a Latinoamérica.
Dato curioso: existe la costumbre de que cada vez que suena el “¡Aleluya!” El público se pone de pie como si fuera una especie de himno nacional. Esta costumbre surgió a partir del hecho de que el rey Jorge II de Inglaterra, que reinó hasta 1760, se puso de pie durante la interpretación del “¡Aleluya!” de ahí, hasta la actualidad, la tradición permanece.
El Cascanueces de Tchaikovski
Tchaikovsky – Cascanueces - Danza del hada del azúcar - Herbert von Karajan
Podría decirse que es la obra más conocida de este compositor ruso. Este ballet se estrenó en 1892 y tuvo una fría recepción por parte del público. A pesar de su argumento vinculado a la Navidad, todo el ballet (más de dos horas) no se asoció en los comienzos con esta festividad. Pero con el paso del tiempo se convirtió en un clásico para amenizar el árbol de Navidad y toda la nochebuena. La obra sucede en la víspera de Navidad en un cautivador ambiente de magia que tiene todos los ingredientes que justifican su popularidad en esta fiesta: niñez y regalos.
Ahora bien, no hay muchos niños que se cautiven con un ballet de dos horas, por muy navideño y mágico que este sea. De tal modo que lo recomendable es dosificar su música. Esto lo hizo Tchaikovsky creando su llamada Suite Cascanueces, la cual contiene todos los temas más populares del ballet.
Tchaikovsky – Cascanueces - Vals de las flores - Herbert von Karajan
Sólo hasta los años 60 y gracias a la película Fantasía (1940) de Walt Disney, el ballet completo comenzó su carrera ascendente a la popularidad de la que goza en la actualidad.
Bach y el Oratorio de Navidad
Bach – Oratorio de Navidad - ¡Regocijaos! ¡Alegraos!
Este oratorio cuenta la historia del nacimiento de Jesús hasta la llegada de los Reyes Magos. Recoge el argumento de los evangelios de Lucas y Mateo y no tiene un carácter litúrgico. Originalmente la obra debía interpretarse por partes distribuidas en seis días. Fue compuesta por Johann Sebastian Bach entre 1734 y 1735, tras lo cual cayó en un olvido de casi 120 años, cuando fue retomada como parte del proceso de rescate de la música de Bach a mediados del siglo XIX.
