Los famosos "balances de fin de año" son constantes entre los medios, los amigos y las entidades públicas y privadas.
Como nación en constante desarrollo, Colombia tiene en la figura del Presidente de la República no solo un líder y representante, al igual que de aquel que es capaz de resumir los diferentes aspectos de la vida diaria y que se relacionan con ella: sociedad, salud, cultura, libertad de prensa, economía, vivienda, trabajo, etc.
Las tradicionales alocuciones presidenciales de fin de año o de año nuevo, son una especie de resumen de actividades y logros que se preparan además para nuevos retos o que bien quieren consolidar lo que se ha logrado.
Así, nos dimos a la tarea de revisar distintas alocuciones presidenciales, para encontrar cómo entre tonos de voz, presentación de informes, saludos y deseos de prosperidad, se presentan los detalles de una gestión.
En ellas podemos encontrar cómo los gobiernos de 1948 - 1974 tuvieron presentes la inserción del país dentro de un contexto mundial, mientras el país mismo iba configurándose en aspectos como la legislación laboral, una política de vivienda, infraestructura interna, intercambio comercial, educación, nuevas exportaciones, libertad de prensa, entre otros.
Presidentes como Mariano Ospina Pérez (1946 - 1950) , Gustavo Rojas Pinilla (1953 - 1957), Alberto Lleras Camargo (1958 - 1962), Guillermo León Valencia (1962 - 1966), Misael Pastrana (1970 - 1974) ofrecieron sus mensajes de año nuevo saludando al país y reiterando su compromiso frente al momento histórico. Esta selección de discursos que les presentamos es una muestra de las capacidades de cada líder por su mostrar los frutos de su trabajo, pero también de reconocer los avances propios de la sociedad colombiana.
Alocución Presidencial Mariano Ospina - 1950
Alocución Presidencial Gustavo Rojas Pinilla - 1956
Alocución Presidencial Alberto Lleras Camargo- 1959
Alocución presidencial Guillermo León Valencia - 1963
Alocución Presidencial Misael Pastrana Borrero 1972
Son menos de treinta años de la historia colombiana del siglo 20, pero son muestras inequívocas del poder mismo de las comunicaciones, su importancia dentro del desarrollo y la vida democrática, además de ser una fuente necesaria de inspiración para poder recordar, cómo aún hay cosas por hacer en nuestro país.