Andrés Martínez Montoya vivió entre los años 1869 y 1933. Compositor bogotano, hizo parte de la generación que, en torno al primer centenario de la independencia, encauzó su obra en la estética nacionalista, el uso de medios y herramientas de composición académica con base en géneros de la música popular colombiana. Particularmente, aquellos géneros asociados a la zona central del país.
Una referencia sobre la percepción que se tuvo de Martínez Montoya la dio el músico colombiano Víctor Justiniano Rosales en el artículo titulado “La música en Colombia y sus cultivadores”. Este se publicó originalmente en mayo de 1927, como parte del Boletín de la Unión Panamericana, y fue reproducido en el libro Musicología en Colombia: una introducción, publicado en 2001 por la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Colombia. Con relación a Martínez Montoya, afirmó Rosales: “músico de vastos conocimientos generales, famoso instrumentador, y hoy día, el primer pianista de Colombia. El señor Martínez es también compositor de alto vuelo y uno de los que han explotado más brillantemente, en forma rapsódica, los aires populares nacionales. Sus composiciones Torbellino y Rapsodia colombiana, son profundos estudios de composición, a la vez que modelos de inspiración patriótica”.
Martínez Montoya hizo parte de los compositores vinculados a la Academia Nacional de Música, como estudiante y luego en labores docentes. La historiografía musical colombiana ha destacado además la labor que allí desarrollaron: Jorge Price -fundador de la institución- (1853-1953), Vicente Vargas de la Rosa (1833-1891) y Santos Cifuentes (1870-1932). Una vez la Academia Nacional se convirtió en Conservatorio Nacional de Música, Martínez Montoya llegó a ser su director, se desempeñó como profesor de piano y órgano y dirigió la banda del plantel, que posteriormente se convirtió en la Banda Nacional.
En relación con aquellos primeros años del siglo XX y la producción musical desarrollada en el entorno académico, la musicóloga Ellie Anne Duque nos dice que “el nacionalismo practicado por los compositores colombianos durante las cuatro primeras décadas del siglo XX, constituyó una de las tendencias estéticas más fuertes de la época y, curiosamente, uno de los factores de restricción de la evolución de sus estilos personales. En la música, como en las bellas artes, se le exigió al compositor reflejar una identidad regional; exigencia que, unida a una ideología tendiente a exaltar valores nacionales, llevó a un buen número de autores a un exagerado tradicionalismo, a una estética repetitiva y a un aislamiento que los alejó del conocimiento de las teorías de la música moderna”[1].
Para la banda que dirigía, Andrés Martínez Montoya escribió su Rapsodia Colombiana. En 1925 la obra ocupó el primer lugar en el premio "Ezequiel Bernal". Posteriormente fue elaborada una versión para orquesta por José J. Dueñas. De esta última se conserva una grabación en la Fonoteca de Señal Memoria, digitalizada con el código CD18038. Se presenta con este texto un clip de audio basado en el archivo mencionado.
José Perilla
Información de archivo: grabación de concierto – Rapsodia Colombiana
Año de grabación: s.f.
Año de emisión: s.f.
Referencias: Andrés Martínez Montoya, nacionalismo
[1] Ellie Anne Duque, “La cultura musical en Colombia, siglos XIX y XX”, Gran enciclopedia de Colombia, Vol.6, Bogotá: Círculo de Lectores, 1993, pp. 224
