Por: Javier Hernández Cruz
La música de la Oda a la Alegría no fue de Beethoven. Les contamos la historia de este plagio
Beethoven Novena Sinfonía - IV Movimiento - John Elliot Gardiner
La Novena Sinfonía de Beethoven es una de las obras más populares de la música clásica. Fue la última sinfonía de este compositor alemán y ha tenido diversos usos. En la política, fue la obra con la que se celebró la caída del muro de Berlín en 1989, y es parte fundamental de la música del himno de la Unión Europea.
Su popularidad se debe a varias características. Es la primera sinfonía que tiene la presencia de un coro, lo que la hace aún más grandiosa. Este coro interpreta la famosa "Oda a la Alegría", símbolo de la fraternidad entre los hombres.
Beethoven - Novena Sinfonía - Oda a la Alegría - John Elliot Gardiner
Pero hay un tema, del que no se habla mucho. Su melodía principal no fue compuesta por Beethoven, sino por Mozart. La famosa tonada es de una obra religiosa llamada Misericordias Domini, compuesta por el austriaco en 1775. La sinfonía de Beethoven se estrenó en 1824.
Mozart - Misericordias Domini K. 222 - Herbert Kegel
¿Beethoven plagió a Mozart?
Sí, Beethoven plagió. Él copió una parte, aunque corta, significativa de la obra de Mozart y, peor aún, no hizo explícito que lo había hecho.
“Un buen compositor no imita, roba”
La frase fue dicha por el compositor ruso del siglo 20, Igor Stravinsky. Su significado se aplica al hecho de que, por lo menos en la música clásica, el robarse frases musicales de otros compositores, no es tan mal visto, como sí lo es en la música comercial en el siglo 20 (XX).
Mozart también plagió
En los siglos pasados, era común que los compositores “robarán” fragmentos de obras de sus colegas, sin mayores consecuencias. Lo hizo el mismo Mozart, también Wagner, Tchaikovsky y hasta Rossini (que utilizaba fragmentos de sus propias obras, para incluirlas en otras nuevas).
Así la cosa, el plagio si existió, pero como pasa con muchos delitos, a pocos les importa y no pasa de ser una curiosidad de la música. Han pasado más de 190 años de este plagio. La obra de Mozart se constituye en una rareza que, para fortuna de Beethoven, no ha opacado la fama de su Novena Sinfonía. Pero que es plagio, es plagio.
En el Archivo Señal Memoria tenemos la Novena Sinfonía de Beethoven interpretada por Wilhelm Furtwängler con la orquesta del Festival de Bayreuth.
Durante la Segunda Guerra Mundial, este director y la orquesta fueron símbolos del ala cultural del nazismo. Tras el fin del conflicto bélico, se les sometió a un proceso de desnazificación, que, como dicen por ahí, los dejó libres de toda maldad. Esta grabación es de 1951 y proviene de la reapertura del Festival de Bayreuth, tras 6 años de silencio.
Por tradición, desde su inauguración en 1876, el Festival abre con la interpretación de la Novena Sinfonía de Beethoven. Esta es una de las interpretaciones más emocionantes que existen de la misma, no sólo por la labor del director, sino por el contexto histórico en el que se grabó.
