Así fueron las primeras imágenes de la primera transmisión oficial de la televisión pública colombiana en color.
Una introducción emotiva, hecha a las afueras del Instituto Nacional de Radio y Televisión (Inravisión), para dar paso a las palabras del entonces Presidente de la República, Julio César Turbay, emitidas desde el Palacio de Nariño, fue la primera imagen que, los afortunados propietarios de aparatos adecuados de televisión, pudieron ver en color a través del canal 7.
Unos años antes, el 13 de junio de 1974, la inauguración del mundial de fútbol de Alemania y el primer partido entre las selecciones de Brasil y Yugoslavia fueron el contenido de la primera transmisión de televisión en color que disfrutaron los asistentes al Coliseo El Campín de Bogotá y el Coliseo del Pueblo, de Cali. Con pantallas gigantes instaladas para la ocasión, las programadoras Punch, RTI y Caracol se la jugaron por el deporte más popular del mundo en un evento masivo que deslumbró a quienes fueron testigos de un aburrido empate a ceros que quedó para siempre en sus recuerdos por motivos muy distintos a los deportivos.
A mediados de los setentas, las familias pudientes empezaron a comprar aparatos de televisión en color por precios que llegaron a superar los $100.000 pesos colombianos, en una época en que el salario mínimo pasó de $1.200 a $3.450 pesos, entre 1974 y 1979. Queda claro, entonces, que la policromía era un bien suntuario en el país del sagrado corazón.
Y, tal como ocurrió hace poco con la implementación de la televisión digital terrestre, la elección del sistema fue un negocio monumental que se convirtió en una lotería para los televidentes y compradores compulsivos: los sistemas PAL y SECAM con sus 25 cuadros por segundo, se disputaron el mercado mundial con el NTSC de 30 cuadros. El PAL terminó imponiéndose en Europa, Australia, China y algunos países de Suramérica, el SECAM en Francia y buena parte de África, mientras que Colombia se alineó con Norteamérica y adoptó el sistema NTSC.
Quienes habían apostado a la sigla correcta pudieron ver las transmisiones en color del mundial de Argentina en 1978 desde la comodidad de sus casas, otros tantos perdieron la inversión que hicieron en televisores inútiles en este lado del mundo y unos pocos pagaron boleta por presenciar algunos partidos en directo gracias a las funciones masivas que ofrecieron teatros como el Jorge Eliécer Gaitán de Bogotá.
El 22 de diciembre de 1978 se expidieron las normas que regularon la implementación del sistema NTSC en Colombia y el 1 de diciembre de 1979 se iniciaron las transmisiones a color que, poco a poco, fueron transformando la percepción monocromática que Colombia tuvo del mundo y de sus propios paisajes, habitantes y costumbres a través de las pantallas de televisión.
Autora: Claudia Bautista
