El 1 de abril es el April Fool’s, una ocasión de chistes y chanzas sin origen determinado pero que hoy es el equivalente a nuestro Día de los Inocentes, el 28 de diciembre. Ambos son días de humor, por eso revisamos algunos ejemplos de humor en el Archivo Señal Memoria. Luego de una contextualización sobre este tema en Colombia, nos fijamos en Los Tuta y Don Chinche, su historia y su relación con la comedia.
Nuestra historia empieza con un pescado. En el siglo XVI, Francia transitó del calendario juliano al calendario gregoriano, y así los años pasaron de empezar en marzo, con el equinoccio de primavera que se extendía hasta el 1 de abril, a comenzar el 1 de enero. Sin embargo, hubo gente que no escuchó la noticia, o que decidió ignorar las fechas sobre el nuevo año nuevo. Por su terquedad o tontería, estas personas eran el centro de todo tipo de bromas y burlas, incluyendo una que consistía en poner un pescado de papel en sus espaldas. Así los llamaban: "poisson d'avril", o "pescado de abril". Era la primavera y los peces eran más fáciles de atrapar, de caer en la trampa.
El 1 de abril es conocido hoy como April Fool’s en Estados Unidos, Inglaterra y más países europeos. Es una fecha en la que los más desprevenidos y confiados son los que caen en las trampas de humor, el proverbial pescado en la espalda. Y además de ese, NPR ofrece otros posibles orígenes, como el festival romano de la Hilaria, que incluía disfraces y chistes, y una celebración medieval en la que los ciudadanos se burlaban de las autoridades religiosas y sus costumbres. No hay una explicación que aclare del todo por qué el 1 de abril se convirtió en una jornada de humor, pero, como cuenta NPR, desde poemas franceses y holandeses del siglo XVI hasta un libro inglés del siglo XVII incluyen referencias al 1 de abril que ya demostraban la aceptación general de su nuevo significado. Las bromas pueden variar entre reemplazar la crema de las galletas Oreo por crema de dientes y noticias falsas de los medios de comunicación que se revelan al otro día, más todo lo que cabe en la mitad. Es un terreno fértil para la imaginación.
En España y América Latina, como sabemos bien en nuestro país, el equivalente del 1 de abril es el 28 de diciembre, nuestro Día de los Inocentes. Surge a partir del Día de los Santos Inocentes, una conmemoración religiosa que recuerda a los niños menores de dos años asesinados en Belén de Judea por orden del rey Herodes, quien buscaba eliminar a Jesús. De hecho, convertir ese dolor y la memoria hagiográfica en chistes y chanzas es un buen homenaje al espíritu infantil, una sublimación de ese trauma que, para autores como José Saramago, fue fundamental para el cristianismo. Pero eso es tema para otra ocasión, hoy estamos acá para reirnos. Como señala el antropólogo peruano Alex Huerta Mercado, el humor es un mecanismo de unión y empoderamiento, una forma de subvertir por un momento el orden establecido. Quizás no hay nada que haya que tomarse más en serio que el humor.
Por eso, revisamos el Archivo Señal Memoria para rescatar tres ejemplos de comedia y humor en Colombia. Aceptamos que no son bromas de las que suelen hacerse en estas fechas, pero aun así son ventanas para profundizar en esos programas con los que hemos reído en la pantalla nacional. Primero, empecemos con algo de contexto histórico. En 1994, el programa radial Para que usted lo sepa, dirigido por José Patrocinio Castañeda, dedicó un episodio al humor colombiano que nos sirve como introducción.
Por la televisión pública de Colombia han pasado varias series con un gran componente de humor, algunas que son pura comedia y otras que cuentan con el humor como un ingrediente de una receta más amplia. En inglés hay una expresión que habla de la importancia del humor incluso en los dramas: comic relief, o sea el alivio cómico. Lo necesitamos. Los Tuta, serie dirigida por Lisandro Duque Naranjo, cuenta la historia de Trino Epaminondas Tuta, un boyacense dueño de la empresa de transporte Trans Tutas, y de su familia. Cada personaje es particular y tiene algo distintivamente chistoso, de forma que la serie nos permite reflexionar sobre dinámicas familiares de Colombia a través de unas buenas risas. Cristina Penagos, Víctor Hugo Cabrera, Jorge Velosa y Rafael Bohórquez hacen parte del elenco. En el primer capítulo, Don Antuquito debe hacer una llamada. La premisa es sencilla y la ejecución también, y aun así la actuación y el tono le dan la gracia a esta escena.
Lisandro Duque Naranjo (1993). Los Tuta [Capítulo 1]. Bogotá: Producciones Tevecine. Archivo Señal Memoria, BTCX60-061944 CLIP 1.
Finalmente tenemos Don Chinche, una serie creada por Pepe Sánchez y Fernando Gómez Agudelo y emitida entre 1982 y 1989. En este programa, protagonizado por Héctor Ulloa, un barrio bogotano cobra vida con todas sus vivencias y carencias. El talento de Ulloa para darle vida al personaje de Don Chinche es el factor principal que hace la serie memorable, además de su filtro divertido para reflejar situaciones duras con las que casi todos los colombianos se podían relacionar. Ahí va de nuevo: comic relief. En esta ocasión, Don Chinche llama al doctor Cornejo para cobrarle lo que le debe, coquetea con su vecina y recibe los regaños de su esposa.
Luis Guillermo Sánchez Méndez. Clásicos del humor nacional [Don Chinche 1]. Bogotá: RTI Producciones. Archivo Señal Memoria, UMT-209724.
Por: Santiago Cembrano
