Por: Claudia Bautista
A mediados de los años ochenta, el actor y dramaturgo Luis Fernando Orozco creó y dirigió un programa que le daba vida a las anécdotas de los colombianos.
La empresa Programar TV le apostó a una propuesta que buscaba exagerar y premiar las historias divertidas de los televidentes en “Chistosísimo”.
En la época dorada de las comedias en la televisión colombiana, la estela que dejaron programas inolvidables como “Don Chinche” y “Dejémonos de vainas”, fue el camino por el que transitaron muchas propuestas creativas que actores, directores y dramaturgos exploraron para mantener con vida una de las vertientes más poderosas de la producción local.
Con la participación de actores de gran talla como Paula Peña, Jairo Camargo, Patricia Grisales y Silvio Ángel, “Chistosísimo” fue un programa diseñado para que los televidentes fueran protagonistas de historias cortas en las que la idiosincrasia nacional, los malos entendidos y las decepciones de la vida cotidiana se convirtieran en materia prima para los libretos escritos por su creador, director y libretista: el consagrado actor Luis Fernando Orozco.
Una idea de avanzada, muy alineada con el conceptos como “interactividad” y “gamification”, términos constantemente mentados por los gurúes del ciberespacio en tiempos de la llamada “web 2.0”. Cada remitente de las historias seleccionadas para ser parte del programa recibiría $10.000 y mensualmente se sortearía entre ellos un premio de un millón de pesos.
Los programas “piloto” de series que, como esta, eran grandes ideas que nunca llegaron a ser vistas por los televidentes colombianos, también son parte de los tesoros que se conservan en el Archivo Señal Memoria.