Con ello entraban en funcionamiento de manera oficial los transmisores de 100 kilowatios que se encargaron de brindar a la audiencia una programación enfocada en la labor educativa para la que fue concebida la emisora. En aquellos primeros años estuvieron representados por un lado los valores de lo que por entonces se concebía como “alta cultura”; y por el otro aquellos elementos prioritarios al momento de expresar un sentir nacionalista.
El discurso de Santos, moderado y cargado de esperanza (como fue en varios sentidos su gobierno) resalta la libertad de Colombia, por oposición a la guerra en Europa; los valores democráticos que estuvieron muy en boga al momento de referirse a la nación colombiana; y el progreso, gestado en buena medida desde el gobierno anterior (López Pumarejo), a lo que Santos supo dar continuidad.
