Concierto “El Cachano y Los Hipaquireños” | Señal Memoria

 

Junca es profesor de cátedra de las Facultades de Arte de la Jorge Tadeo Lozano y de la Universidad de Los Andes. Desde hace más de 20 años co-dirige un programa de radio dentro de la Franja de Rock de la UNRadio llamado “La Hora de La Resistencia”. Y es miembro del grupo de nueva canción latinoamericana de baja fidelidad “Las Malas Amistades”.

 

 

 

Don Héctor “El Cachano” Herrera es músico, interprete de la “ganachicha”, cantor, compositor y campesino. Y Los Hipaquireños son: Constantino Salgado, Pablo Enrique Valero, Eduardo Vargas.  Este es el texto de presentación del disco:

 

“En algún momento la música dejó de ser una expresión vital del hombre y se volvió negocio, algo que hacen los especialistas, los virtuosos; se convirtió en un producto hecho por pocos para el consumo masivo. Sin embargo en los últimos años gracias a los programas para edición de audio digital y a la baja en el precio de los aparatos análogos, en las ciudades cada vez más personas han recuperado el placer de hacer música sin ser músicos. Por ejemplo, pertenezco a un grupo, Las Malas Amistades, que desde mediados de los noventa en Bogotá, interpreta sus temas y los graba de manera doméstica, análoga, sin deberle nada al mercado. 

 

Tal libertad se escucha en este disco de Héctor Herrera, “El “Cachano”, campesino, trovador del Valle de Tenza y uno de los últimos interpretes del “ganachicha” (llamado así porque se les pagaba con chicha a quienes lo tocaban en las festividades).  Sus versiones poseen un tono y una ligereza energizante: sin preocuparse demasiado por autor, título, ritmo o letra, se apropia de canciones populares que alguna vez oyó, transformándolas en otras cosas; mientras sus composiciones originales demuestran una sensibilidad poco común en un músico autodidacta. 

 

La afinación tan particular de su guitarra (como requinto, ¿o tiple?), la manera en que emplea solo el pulgar para hacer punteos (golpeando accidentalmente el cuerpo de la guitarra con los demás dedos) y sobre todo el tono de su voz, hacen del “Cachano” un ejemplo de ese saber musical vivo, humano y cálido, verdaderamente popular y a la vez totalmente individual, que hacen resistencia a los productos “desnaturalizados” del gran negocio musical. Por eso este no es un disco comercial (no es un producto con un sonido predeterminado al gusto calculado del mercado); tampoco es solo un disco de “música folklórica” (de alguna manera es urbano y “punk”); ni es un disco antropológico que saque a la luz una esencia “pura”. Es un documento actual, desprejuiciado, impuro; que captura la visión y el hacer de una persona entre dos mundos, capaz de vender parte de su finca para darse el lujo de prensar un CD (Aventurando se puede. Vol. 1) con su grupo Los Hipaquireños. “El Chachano” se sale de los caminos trazados aventurándose en el monte salvaje, no domesticado, de su propia individualidad. Algo que todos deberíamos hacer para conocernos mejor”.

 

Texto escrito por Humberto Junca Casas