Cuando parecía que el mundo se encaminaba hacia una era de mayor comprensión y reconciliación, nos encontramos nuevamente en un contexto hostil. Pese a esto, existen alternativas que podrían ayudar a resolver las diferencias sin necesidad de recurrir a la fuerza como única vía. A continuación se exploran los principios que dieron origen al Día Internacional de la No Violencia como uno de esos métodos para afrontar los conflictos. A su vez, se presentan algunas experiencias que nos permiten imaginar que sí es posible resolver las diferencias a través del diálogo.
Un mundo en conflicto
Después de la pandemia, las cifras de homicidio y de distintas formas de violencia se elevaron. Según algunas agencias especializadas en el tema, diferentes tipos de violencia como las de género, las raciales, las religiosas y las criminales, aumentaron en diferentes partes del mundo.
Insight Crime, una fundación que investiga aspectos relacionados con la amenaza a la seguridad nacional y ciudadana en Latinoamérica y el Caribe, así lo advirtió. De acuerdo con ellos, las cifras de homicidio en la región han crecido y, con ello, algunos derivados como el desplazamiento forzado y el despojo.
Las formas de violencia no solo se han tomado las calles, sino también los hogares. Durante y después de la pandemia las denuncias por feminicidio y violencia intrafamiliar aumentaron en nuestros países.
Por otro lado, el actual contexto del conflicto ruso-ucraniano, cuyos coletazos amenazan con el estallido de una guerra a escala mundial, es bastante preocupante. Los ataques desmedidos contra la población civil y entre las fuerzas armadas de cada país, dejan un panorama de violencia desalentador.
No obstante, las formas de resistencia y los llamados al diálogo hechos por líderes políticos y sociales, permiten guardar un poco de esperanza.
Un llamado pertinente
A propósito de la resolución de los conflictos por medios no violentos, resulta propicio entender el origen y significado de lo que representa, tanto en términos de filosofía de vida como en términos políticos.
El 15 de junio de 2007 el Comité de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) decretó que el 2 de octubre se celebrará el Día Internacional de la No Violencia.
Mahatma Gandhi extraído de: Instituto Nacional de Radio y Televisión – Inravisión; Fundación Amha Colombia (Productor). (1988). La aventura de la no violencia [Cápsula informativa] [Mahatma Gandhi]. Colombia: Instituto Nacional de Radio y Televisión – Inravisión; Fundación Amha Colombia. Archivo Señal Memoria, UMT-204571
La fecha fue escogida en conmemoración del natalicio de Mahatma Gandhi, reconocido líder político-espiritual que trajo la independencia a la India. Gandhi, además, es la representación de uno de los principales movimientos no violentos en el mundo entero.
Según sus premisas, la no violencia se constituye en una fuerza superior a cualquier arma y en una alternativa válida para resolver las diferencias en la sociedad. De esta manera, desde hace 15 años se busca educar y concientizar a las personas sobre la importancia de esta filosofía como método para resolver los problemas.
El objetivo no es simplemente reconocer que existen caminos diferentes a la violencia, sino también recordar que existen actos grandes y pequeños que pueden mejorar nuestro entorno. Por ejemplo, una iniciativa como #LaBondadImporta (#KindnessMatters), realizada en el 2018, busca contribuir a la superación de los inconvenientes a través de un acto cotidiano como lo es expresar bondad.
De ahí que las enseñanzas de Gandhi se aplican a la hora de abordar todo tipo de problemas y conflictos sociales y políticos.
Al respecto, Inravisión y la Fundación AMHA Colombia realizaron un trabajo en torno a la no violencia que recoge una de las premisas fundamentales de las enseñanzas de Gandhi: el Satyagraha.
Traducido, este principio significa algo así como “atenerse a la verdad y a la justicia”. Sin embargo, en un sentido más espiritual y filosófico es una fuerza del alma y el motor de la lucha no violenta; una conversión del contrincante, no su coacción. Aquí lo explicamos a través de este documento que reposa en los archivos de Señal Memoria.
Instituto Nacional de Radio y Televisión – Inravisión; Fundación Amha Colombia (Productor). (1988). La aventura de la no violencia [Cápsula informativa]. [Mahatma Gandhi]. Colombia: Instituto Nacional de Radio y Televisión – Inravisión; Fundación Amha Colombia. Archivo Señal Memoria, UMT-204571
Experiencias de alternativas no violentas
La cultura de la no violencia no implica la anulación de los conflictos y las diferencias. Más bien, busca entender en el otro esos puntos de inflexión, discutirlos y encontrar algunos acuerdos sobre los cuales trabajar para coexistir pacíficamente.
Resulta paradójico que necesitemos de un contexto violento para aplicar estos principios ya enunciados. En la historia política y de luchas sociales en América Latina encontramos varios casos de escenarios de diferencias en los que la violencia ha primado como única salida. No obstante, también tenemos ejemplos de propuestas no violentas, algunas con más o menos éxito que otras. Dos ejemplos de ello ocurrieron a finales de la década de los años ochenta en Centroamérica y Colombia.
Centroamérica le apuesta al diálogo
En la década de los años ochenta Centroamérica vivía uno de los momentos más violentos de su historia. En países como Guatemala, El Salvador y Nicaragua, la violencia política y social se había tomado cada uno de los rincones de la sociedad.
Mientras grupos armados y ejércitos irregulares se enfrentaban al gobierno, el intervencionismo estadounidense exacerbaba aún más las confrontaciones. Ante esta situación, un primer esfuerzo por resolver los conflictos lo constituyó el llamado Grupo Contadora, una fuerza multilateral y transnacional que buscaba promover la paz en Centroamérica y en la cual participó Colombia.
Aunque este esfuerzo no logró su cometido, sentó las bases para las iniciativas de diálogo que terminarían en los Acuerdos de Esquipula I y II, proceso que propició la firma de un tratado de paz sobre la base de la cooperación y la resolución pacífica de los conflictos.
La esencia de este acuerdo fue explicada en Al banquillo con Margarita por Óscar Arias Sánchez, expresidente de Costa Rica, Premio Nobel de Paz y uno de los promotores del tratado.
Intervisión Ltda. (Productor). (1987). Al banquillo con Margarita. [Entrevista]. [Entrevista al premio nobel de la paz Óscar Arias Sánchez]. Colombia: Intervisión Ltda. Archivo Señal Memoria, UMT-217175
La paz armada: ¿es posible dialogar con armas?
El otro caso lo constituyen los acuerdos pactados a mediados de la década de los ochenta entre los grupos armados (principalmente las exFARC-EP) y el gobierno del expresidente Belisario Betancur.
Conocidos como los Acuerdos de La Uribe, este proceso consistió en una serie de diálogos y pactos firmados con las guerrillas, pero sin la dejación de las armas por parte de los insurgentes.
Esta “paz armada” despertó todo tipo de críticas por parte de las fuerzas políticas contrarias al gobierno y de la sociedad colombiana en general. La razón fue el alto grado de escepticismo y desconfianza que existía frente a las intenciones de paz de los grupos subversivos, toda vez que no entregaron las armas.
Pese a las críticas, en este fragmento del programa Al banquillo con Margarita recordamos la esencia de lo que es dialogar pacíficamente con un contrincante armado. Así lo exponía en sus palabras el exministro John Agudelo Ríos.
Intervisión Ltda. (Productor). (1986). Al banquillo con Margarita. [Entrevista]. [Entrevista con el exministro John Agudelo Arias - Parte I]. Colombia: Intervisión Ltda. Archivo Señal Memoria, UMT-217178 CLIP 1
Finalmente, el tratado no consiguió una paz estable y duradera, ya que el clima de violencia política y social se impuso a las iniciativas no violentas del momento.
No obstante, se sentaron unas bases que más tarde motivaron acuerdos de desmovilización de grupos armados, siendo el caso más reciente el acuerdo con las FARC negociado en La Habana y que culminó en 2016.
Autor: Emerson Rivas