Dos décadas con Casa Babylon | Señal Memoria

Última producción discográfica oficial de Mano Negra, Casa Babylon también fue percibido como un trabajo de su cantante Manu Chao. Cuando este disco fue grabado el octeto original no tuvo la articulación propia de trabajos anteriores, resultado de una frenética historia de conciertos alrededor del mundo. El natural agotamiento, por otro lado, tuvo un respiro en la producción de Casa Babylon gracias a la presencia de músicos invitados como Fidel Nadal (cantante de Todos tus Muertos), Jello Biafra (antiguo líder de Dead Kennedys), y Carlos Nicaragua, quienes le dieron al disco un complemento vocal y lírico.

 

Casa Babylon planteó interrogantes y respuestas sobre el alcance musical del llamado "mestizaje sonoro", en una época en la que apenas empezaba a popularizarse la revolución de las comunicaciones. Internet estaba recién dándose a conocer y si bien existían tecnologías como el fax, el beeper , la telefonía celular o las antenas satelitales, la inmediatez de nuestros días estaba algo distante. La categoría "World Music" otorgaba un carácter distintivo a todo lo que era en otro idioma o provenía de otro lugar. Con Mano Negra, la sonoridad y actitud del rock ampliaba sus fronteras a través de sonidos e íconos procedentes de África, Oriente medio y América latina; voces en español, inglés, francés y árabe quebraron las reglas y mostraron, literalmente, un mundo de posibilidades.

A través de esas 16 canciones Mano Negra recogió las intensas experiencias de los viajes por América Latina realizados bajo la expedición “Cargo 92”. El proyecto involucró a Mano Negra y el reconocido grupo de teatro Royal de Luxe. El viaje fue realizado en un barco carguero autogestionado y acondicionado por los artistas para la realización del espectáculo. Además de transportar en él todo lo necesario para una autonomía absoluta (generadores eléctricos, equipos de luces y sonido…), una bodega del barco fue transformada en una calle parisina.

 

Con 6 containers a bordo que en la llegada a cada puerto los propios músicos y actores ayudaban a descargar, el viaje partió del puerto francés de Marsella y pasó por Venezuela, Colombia (Cartagena y Bogotá), Cuba, República Dominicana, México, Brasil, Argentina y Uruguay. La autonomía mencionada permitió la realización de espectáculos gratuitos en plazas y parques a los que se sumaron teatros y auditorios de primer orden.

 

 

 

Esa amplia gama de influencias, sonidos, miradas, encuentros humanos y sonoros se reflejan por doquier en las grabaciones de Casa Babylon. Y si bien en discos anteriores Mano Negra había explotado creativas confluencias entre rocanrol, blues, punk, ska, reggae, disco, hip hop, flamenco, salsa, música árabe, canción francesa, etc., Casa Babylon elevó los alcances musicales de la banda con un notable proceso de producción. De allí su marcado influjo y la vigencia que mantiene este disco en la diversidad actual de sonoridades. 

 

No contenta con el esfuerzo de “Cargo 92”, Mano Negra se embarcó en una nueva aventura: El expreso del hielo (diciembre, 1993). De nuevo con todo el quipo necesario a la espalda, este periplo consistió en adentrarse en territorio colombiano a bordo de un tren que pasaba por Santa Marta, Ciénaga, Aracataca, Bosconia, Gamarra, Barrancabermeja, La Dorada, Facatativa y Bogotá. 

 

En aquella ocasión se realizaron espectáculos en cada pueblo donde el tren hizo paradas. Según lo han recordado algunos integrantes de Mano Negra, en varios de estos pueblos se veía por primera vez una guitarra eléctrica. Por otro lado, integrantes de la banda no resistieron las difíciles condiciones climáticas del trayecto y en las primeras paradas del viaje regresaron a París.

 

De vuelta en la capital gala, tras finalizar el tour, Manu Chao tomó las grabaciones que se habían realizado durante esos últimos tiempos en estudios de Argentina, Estados Unidos y Francia, las editó y las masterizó en Nápoles. Como resultado, en los tempranos meses de 1994 salió al mercado Casa Babylon. A pesar de que en su momento no fue publicado en Estados Unidos e Inglaterra (los integrantes de la agrupación no estaban de acuerdo con las prácticas que allí se manejaban en relación a la industria musical), el disco fue recibido favorablemente por la prensa y el público. 

 

Pero Casa Babylon nunca se presentó en concierto. Sus integrantes se habían distanciado por completo y no tuvo sentido usar el nombre de algo que no prolongaba su existencia. Pasaron algunos meses y finalmente el mundo supo que Mano Negra había llegado a su final.

Para nuestro medio el hecho alberga la triste ironía del descenso de la banda y el acenso de su popularidad. Mano Negra era un grupo conocido en el mundo entero con un historial que incluye conciertos ante más de cien mil personas. Pero hasta la publicación de Casa Babylon, en Colombia su presencia se había dado en círculos asociados al underground. Esto cambió al encontrar de manera recurrente la emisión del video de “La vida” y su pegajoso y humorístico estribillo. De corte más experimental, el público colombiano repuntó su identificación con Casa Babylon gracias a los videos de “Sueño de Solentiname” (con la laguna de Guatavita al fondo) y “Señor Matanza”.

 

Esta canción se encargó de perpetuar en las pantallas un pacto entre Mano Negra, la juventud del momento y  la historia colombiana. Bogotá, sus calles, su Plaza de Bolívar, sus locos, mendigos y gamines, sus soldados, sus iglesias, sus estudiantes, sus buses, carros y anónimos habitantes, su centro, todo fue la propiedad del “Señor Matanza”. Y a la vez todo Colombia y toda América Latina.

 

Fueron los tiempos coyunturales de un viejo-nuevo país, con su nueva constitución y su re-conocida multiculturalidad. Bogotá fue la ciudad con troncal en la Caracas, en la que surgían los festivales Rock y Jazz al Parque (1995), tras agitados debates en el Concejo de la ciudad sobre su razón de ser y pertinencia. En ese contexto también surgió 99.1, la “frecuencia joven de la Radiodifusora Nacional de Colombia”, actual Señal Radiónica. No debe sorprender la presencia de Casa Babylon en aquellas nuevas mentalidades. 

 

Casa Babylon es, en conclusión, una producción musical representativa de la alternativa que se abrió en la historia musical latinoamericana durante los años noventa. A dos décadas de su publicación,  recordamos su repertorio.