Carlos Gardel es uno de los ídolos latinoamericanos del siglo pasado. El llamado "Zorzal criollo" divulgó el tango y la canción popular argentina por más de dos décadas, entre 1912 y 1935. Si bien no hay certeza sobre su sitio de nacimiento (hay quienes dicen que nació en la ciudad uruguaya de Tacuarembó y hay quienes dicen que sucedió en la ciudad francesa de Toulouse), de lo que no hay duda es de su impacto en la música en esa época.
Con una primera grabación realizada en 1912, Gardel poco a poco fue conquistando el público porteño con su apropiación de la música criolla y sus interpretaciones de tango. Vendrían años de intensas giras y viajes en los que su obra se daría a conocer en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, España, Estados Unidos, Francia, México, Uruguay y Venezuela. No solo sería una estrella continental de la música. También sería reconocido como actor cinematográfico a través de producciones como: Luces de Buenos Aires (1931), Melodía de Arrabal (1932), La casa es seria (1932), Espérame (1932), Cuesta abajo (1934) y Tango en Broadway (1934).
Estrella musical del naciente siglo veinte, este cantante grabó discos que se consumieron ávidamente en América y Europa. Algunas de sus canciones más reconocidas son: “El día que me quieras”, “Mi Buenos Aires querido”, “Una rosa para mi rosa”, “A media luz”, “Me da pena confesarlo”, entre otras.
En uno de los momentos más importantes de su carrera, la muerte se lo llevó el 24 de junio de 1935 en la ciudad de Medellín. Un accidente aéreo en el aeropuerto de la ciudad culminó con la vida de quince personas. Entre ellas se encontraba Gardel. El impacto de su muerte, la trascendencia e importancia de su obra, el papel de los medios de comunicación de aquel entonces están detallados en la producción Historias de Onda Larga que Ana María Lara y Carlos Páramo realizaron en el año 2009.
De Gardel se dice que cada día canta mejor. Vamos recorrer su legado a través de este programa.
José E. Plata M.
Mercado San Telmo
Foto: saracd_20