El domingo primero de agosto de 1954 a las nueve de la noche, en su espacio Teatro dominical, La Radiodifusora Nacional de Colombia, hoy Señal Radio Colombia, presentó La máquina de sumar, del dramaturgo norteamericano Elmer Rice, una obra teatral sobre un empleado que es reemplazado por una máquina de sumar. Este hombre es el señor Cero, esposo de la señora Cero; desde hace veinticinco años trabaja en la misma compañía; su oficio es sumar los números que la señorita Daisy Devore, de la que está enamorado en secreto, le dicta sin parar. Mientras suma, sueña con que su jefe se aproximará a él con talante afable y le concederá un aumento y un ascenso en reconocimiento a su entrega a la compañía. Su sueño se cumple, pero al revés: su jefe se le acerca en actitud cordial, le informa que la compañía adquirirá unas máquinas de sumar muy eficientes y lo despide.
La puesta en escena radial de La máquina de sumar tiene, por lo menos, cuatro aciertos, en primer lugar, la musicalización, que crea el dramatismo y la irrealidad que requiere la obra. El segundo acierto es la superposición de los pensamientos del señor Cero y de Daisy Devore a la conversación intermitente que sostienen mientras trabajan. El oyente percibe en planos sonoros simultáneos los pensamientos y las palabras de los personajes. Como telón de fondo, se suceden los números que brotan sin cesar de la boca de Daisy. El tercer acierto son las palabras rotundas y vibrantes como martillazos que en ciertos momentos pronuncian los personajes. Suena a castigo o a delirio el parlamento del jefe del señor Cero cuando esgrime sus razones para despedirlo: ¡suficiencia, economía, automáticas, máquinas, negocios, negocios, negocios...!
Un cuarto acierto es la construcción radial de la conversación que discurre en casa de los señores Cero cuando reciben la visita de los señores y señoras Uno, Dos, Tres, Cuatro, Cinco, Seis y Siete. Mientras transcurre la charla, el señor Cero aguarda su detención, pues ha cometido un crimen por el que pronto será ejecutado en la silla eléctrica, de la que partirá a un más allá que oscila entre el paraíso y la pesadilla. La velada está hecha de fragmentos y temas que se enuncian y no culminan. La recreación radial de esta conversación es ágil y precisa.
Estos logros se deben a Andrés Pardo Tovar, autor de esta adaptación radial de La máquina de sumar, a Miguel Ignacio Vanegas, creador de los efectos de estudio, a Guillermo Rubiano y Gonzalo Vera Quintana, coordinadores y responsables del montaje, y a Bernardo Romero Lozano, director general del radioteatro. Y, desde luego, a los intérpretes de la obra, entre los que se encuentran Gonzalo Vera Quintana, Carmen de Lugo, Leonidas Soler, Álvaro Ruíz, Alicia del Carpio, Fabio Camero, Esther Sarmiento de Correa, Ana Mojica y Carlos Muñoz. El Radioteatro La Máquina de sumar está identificado en el catálogo de la Fonoteca con CD9570, CD9571, CD10146 y CD10260.
Carlos Fernández
Boletín de programas de la Radiodifusora Nacional de Colombia N°122 página 6
Agosto de 1954