El efecto invernadero es un fenómeno natural que regula la temperatura del planeta y posibilita la vida. Es provocado por una serie de gases presentes en la atmósfera, llamados gases de efecto invernadero (GEI), cuya acción permite que una parte del calor del sol que refleja la tierra no escape al exterior, quede atrapado en nuestro planeta. El problema empieza cuando esos gases aumentan porque con ellos, aumenta la temperatura de la tierra. La presencia de dióxido de carbono en la atmósfera se ha incrementado debido a la quema de combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas), que se utilizan para el transporte y la producción de energía. El dióxido de carbono es el principal gas de efecto invernadero. Estos gases son responsables del incremento del cambio climático, que puede definirse como la modificación del clima del planeta provocada por la actividad humana. Los árboles tienen un papel que desempeñar en la mitigación del cambio climático, pues retiran del aire y almacenan un porcentaje del dióxido de carbono. La deforestación priva al planeta de seres vivos que disminuyen la presencia excesiva de dióxido de carbono.
Por otra parte, los árboles regulan el clima de la tierra y contribuyen a administrar el agua. Son aéreos y terrestres, actúan en el aire y en el subsuelo y cumplen varias funciones benéficas, como nos lo explica el ingeniero forestal Moisés Palacios, a quien entrevistamos en el Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis para conocer algunos aspectos de la relación entre los árboles y la tierra.
Los árboles y el agua (3' 48'')
Los árboles y el clima (5' 33'')