Uno de los aportes más recordados del gobierno de Gustavo Rojas Pinilla, fue el reconocimiento oficial del derecho de la mujer para elegir y ser elegida. Este fue un tema controversial desde varios años antes, pero solo hasta 1954 el general lo planteó, abiertamente y sin revés, en su discurso inaugural de la Asamblea Nacional Constituyente.
Como antecedente de este importante suceso se tiene la Ley 28 de 1932, con la que se reconoció la igualdad de hombres y mujeres en el campo de los derechos civiles. En 1945, con una reforma constitucional, fueron reconocidos los derechos políticos para las mujeres, con lo que estuvieron en relativa igualdad con los hombres mayores de veintiún años.
En el ámbito internacional fue influyente la labor emprendida desde 1946 por la Organización de Naciones Unidas (ONU) orientada a la aprobación del voto femenino en las diferentes constituciones de América Latina. Con argumentos a favor y en contra, finalmente, se llegó al Acto Legislativo No. 3 de 1954, reformatorio de la Constitución Nacional, por el cual se otorgó a la mujer el derecho activo y pasivo del sufragio. No obstante, las mujeres sólo pudieron ejercer su derecho hasta el plebiscito de 1957.
Las palabras de Rojas Pinilla en el acto constitucional referido, fueron evocadas en conferencia dada el 10 de febrero de 1956 por Laura Victoria, mujer de la que no se conservan más datos biográficos. Presentamos el extracto donde se citan las palabras de Rojas y se presenta una información ilustrativa sobre el contexto en que se dio ese importante paso democrático a favor de la mujer.
