La radioactriz Erika Krum, famosa por su caracterización de Solín en la serie de radio Kalimán, y por su personaje de "La tía Loli" en la popular serie de televisión Dejémonos de vainas, fue una niña inquieta e informada: a mitad del siglo veinte, las compañías de teatro que llegaban a Bogotá solían completar el reparto de sus obras reclutando actores entre los habitantes de la ciudad; Erika estaba atenta a las noticias sobre el arribo de las compañías y le pedía a su mamá que la llevara al teatro a hacer audiciones para cantar y bailar.
Hizo sus primeros papeles radiales en los dramatizados infantiles de La Voz de la Víctor, adonde también la llevó su mamá, que debió de andar el centro de Bogotá para arriba y para abajo para complacer la vocación artística de su hija. No así el resto de la familia, que desaprobaba el entusiasmo de la niña por las artes escénicas. En la Radio Nacional de Colombia, Erika interpretó, entre muchos otros personajes, a Ariel, un espíritu que zarandea barcos y engaña a náufragos en La Tempestad, de William Shakespeare, y a Blanche, en Un Tranvía llamado Deseo, de Tennessee Williams. Uno de sus papeles más convincentes en la radio privada fue el de Solín, compañero de aventuras del héroe Kalimán. El público se llevaba una enorme sorpresa al descubrir que ese niño era obra de la voz de una mujer.
