¡Eureka!, ¡Máximo Jiménez! | Señal Memoria

¡Eureka!, ¡Máximo Jiménez!
Publicado el Sáb, 02/05/2015 - 11:28 Artes y oficios
¡Eureka!, ¡Máximo Jiménez!

Por: José Perilla

 

En la Fonoteca de Señal Memoria reposa un amplio número de grabaciones del Festival de la Leyenda Vallenata. Estas son el resultado de las transmisiones del evento hechas por la Radio Nacional de Colombia desde la década de 1970 hasta los albores del siglo XXI. En este intervalo, el trabajo de la Radio Nacional de Colombia consistió, además, en realizar una edición posterior de lo grabado para la realización de programas especiales. El material original, grabado en cintas de carrete abierto, hoy se encuentra digitalizado y en proceso de catalogación.

Con el paso del tiempo y el uso y desuso del archivo, algunas de esas cintas perdieron sus libretos o la información sobre su contenido. Por tal motivo, al momento de ser digitalizadas, desde el punto de vista del personal técnico a cargo de tal labor fue imposible consignar en las fichas respectivas información sobre intérpretes, autores o títulos de canciones. Una nueva etapa del proceso, tendiente a la revisión de la digitalización y la correcta catalogación del material, ha arrojado resultados sorprendentes. Uno de ellos, el hallazgo de Máximo Jiménez en el archivo.

Dentro del amplio cuerpo de canciones incluidas en las cintas correspondientes al Festival, dedicadas al amor, al cortejo, al costumbrismo del Caribe y en general, a las temáticas que han sido recurrentes en los textos de la música vallenata, llaman particularmente la atención tres ejemplos que, a manera de denuncia, tratan sobre vicisitudes e injusticias relacionadas con el campesinado de la región.

Las tres se incluyen en la cinta titulada “Música Colombiana X Concurso de la Leyenda Vallenata”[1], por lo que se estima corresponden a grabaciones del Festival desarrollado en el año 1977. Sin embargo, no se tiene certeza de que efectivamente sean de ese año, si se tiene en cuenta que al momento de marcar otras cintas, en el pasado se cometieron errores en la correspondencia de años y ediciones del Festival. Además, la cinta no tiene ningún tipo de libreto y el audio se limita a canciones sin presentación alguna que dé cuenta de la fecha o edición del Festival grabado.

A pesar de ello, cierto es que la década de 1970 fue particularmente activa en relación con las protestas del movimiento campesino y las tres canciones mencionadas corresponden al tipo de denuncias y reclamos generados en ese contexto.

Una de ellas, “El burro leñero”, fue el punto de encuentro con la existencia del acordeonero y cantante Máximo Jiménez, quien publicó un disco homónimo en el año 1976. Al momento de hallar las canciones en la cinta, no obstante, nada se sabía y la incertidumbre en torno al “intérprete desconocido” se incrementó cuando se supo que Lisandro Meza también grabó la canción, el mismo año, en el disco titulado igualmente El burro leñero. Allí se incluyeron canciones como “Entre rejas”, “La miseria humana”, “Morena de 15 años”, todas de amplio reconocimiento, lo que sin duda repercutió en una mayor proyección para este disco que la alcanzada por el de Jiménez.

Resultaba lógico pensar entonces que, con un nuevo disco y su potencial reconocimiento, Lisandro Meza hubiese decidido participar en el Festival para reforzar la promoción del producto y, en tal sentido, pensar que fuera su nombre el del “intérprete desconocido”. Pero la balanza volvió a inclinarse a favor de Máximo Jiménez al tener en cuenta que otra de las tres canciones de la cinta, el paseo “Usted, señor Presidente”, también se incluyó en su disco del 76. Y aunque aquello no cerraba el caso, luego de repetidas y esperanzadas audiciones del material, una nueva pista, casi imperceptible, casi definitiva, la dio un anónimo asistente al concierto grabado, que como parte del entusiasmo despertado en el público por aquellas canciones, al final de una gritó con emoción: “¡Viva Máximo Jiménez!”.

Nacido el 1 de abril de 1949 en el corregimiento de Santa Isabel, Montería, departamento Córdoba, Máximo Jiménez dice de sí ser un “hijo de la guerra”, aquel infierno recrudecido tras el asesinato de Gaitán, que solo calmó su odio cuando las encendidas pasiones de la contienda bipartidista desembocaron en la solución sistemática del Frente Nacional. Pero otros males siguieron allí. Producto de ello fueron las luchas por la tierra entre grandes terratenientes y el campesinado. En el Caribe en general, pero particularmente en los departamentos de Sucre y Córdoba, estos conflictos tuvieron un incremento mayúsculo durante la década de 1970.

El marco legal generado por las reformas constitucionales de Alberto Lleras Camargo, con la creación del INCORA[2] en 1961, y de Carlos Lleras Restrepo, con la creación de la ANUC en 1967, repercutieron en la “recuperación” de varias hectáreas de terrenos baldíos, ya fueran del Estado o de haciendas con oscuros orígenes en sus títulos de propiedad. Aquello no fue tarea fácil, pero la organización del movimiento campesino produjo brillantes resultados que llamaron la atención no solo de la Izquierda colombiana -en sus facciones institucionalizadas en partidos políticos, activistas intelectuales y movimientos insurgentes de lucha armada-, sino también de los terratenientes, quienes activaron su aparataje “contrarreformista”, legal e ilegal.

Sobre todo aquello cantó Máximo Jiménez en sus canciones. Y como lo cuenta Fals Borda[3], fueron varias las reuniones, congresos de la ANUC y parrandas campesinas animadas por el acordeonero. El poder de la música, que Máximo Jiménez empezó a dominar desde los 20 años de edad, le permitió conjugar en sus canciones la fuerza de la protesta y la dicha de la parranda. Y en la misma medida en que fue un punto de referencia para el campesinado y las modalidades de la Izquierda mencionadas, Jiménez también quedó en la mira de ocultos malhechores que ya para el año 1988, recrudecido una vez más el conflicto, intentaron acabar con su vida.

Por tal motivo, con el apoyo de la ACNUR, en 1990 Máximo Jiménez se exilió en Viena, Austria. Luego de establecer contacto con él, fue aprovechada una de sus esporádicas visitas a Colombia para hacer una entrevista sobre su vida, sus canciones y por supuesto, para que ratificara el hecho de ser el “interprete desconocido” que interpretó aquellas 3 canciones de la grabación que reposa en la Fonoteca. La incertidumbre en torno al año de grabación continúa, Máximo Jiménez no recuerda si fue en la novena o décima edición en la que participó por primera vez en el Festival. Pero al escuchar las canciones, suspiró y afirmó con emoción: “Esos eran mis tiempos…”.


“El burro leñero” - Paseo (Máximo Jiménez)


“Usted, señor presidente” – Paseo (Andrés Beleño)


“Los algodoneros” – paseo (Máximo Jiménez)



El caso de Máximo Jiménez fue expuesto como ponencia en el marco del Seminario Internacional de Músicas Prohibidas, organizado por la Fonoteca de Señal Memoria en octubre de 2012. La entrevista que aparece en el video fue usada para la realización de uno de los capítulos del programa Grandes Músicos Colombianos de la Radio Nacional de Colombia (actual Señal Radio Colombia), emitido el 28 de octubre de 2012.

 

Programa Grandes Músicos Colombianos, Máximo Jiménez, parte 2



Información de audio: grabación Festival de la Leyenda Vallenata, 1977 (?) – Máximo Jiménez (voz, acordeón) interpreta las canciones “El burro leñero” (Máximo Jiménez), “Usted, Señor Presidente” (Andrés Beleño), “Los algodoneros” (Máximo Jiménez).
Fecha de grabación: 1977
Fecha de emisión: s.f.
Lugar de grabación: Valledupar
Referencias: Máximo Jiménez, vallenato, Festival de la Leyenda Vallenata, ANUC, INCORA, reforma agraria, lucha campesina, insurgencia, música protesta, Radio Nacional de Colombia, Fonoteca.


[1] Fonoteca de Señal Memoria, CD14478. El Festival de la Leyenda Vallenata tuvo su primera edición en 1968.
[2] Instituto Colombiano de la Reforma a Agraria
[3] Ver: Fals Borda, Historia doble de la Costa, IV, Universidad Nacional de Colombia, Biblioteca Digital, p.184A
Archivo Personal Orlando Fals Borda, Red de Bibliotecas Banco de la República, 2008, p.302

 

Fecha de publicación original Sáb, 02/05/2015 - 11:28