En la década del 50, Flor hizo su primer protagónico, una mujer casada e infiel, un escándalo para una sociedad que supo escuchar serena la misma radionovela diez años después, cuando, luego de su interrupción para apaciguar las conciencias, volvió a emitirse. Este culebrón, titulado El Collar de lágrimas, constituyó un hito en la carrera de Flor, pero el teatro radial que hasta hoy no le ha devuelto el corazón es el de los grandes autores, Shakespeare, los griegos, los colombianos como Gerardo Valencia, los españoles como García Lorca, cuyas obras se presentaban, sobretodo, en la Radio Nacional de Colombia.
Además de interpretar a personajes de la dramaturgia universal, escribió libretos para Una cita contigo, una especie de consultorio sentimental que tenía muy poco de banal, en el que dio vida personajes de la realidad colombiana dignos del teatro de todos los tiempos. Oyentes necesitados de consejo escribían cartas al programa exponiendo casos de violencia intrafamiliar, de abusos sexuales y de machismo.