Las primeras emisoras de la frecuencia FM establecieron reglas particulares para su funcionamiento. La ausencia de noticias y la presencia de una programación musical que incorporó nuevos géneros como la música estilizada, el pop, el rock and roll y la música clásica, se iban asociando con un estilo de vida exquisito y light. Las marcas de productos extranjeros, del sector financiero, el agua mineral, las aerolíneas, el whisky o refinadas cervezas empezaron a abrirse camino como patrocinadoras de espacios de divulgación de aquellos géneros y espacios radiales pensados para un público que necesitaba descansar, alejarse de los problemas del país y recibir lo mejor de un mundo globalizado.
No es posible referirse a las emisoras de FM sin mencionar al legendario productor radial Enrique París, quien inició su labor en emisoras de AM y pasó luego al FM con la certeza de que el sonido estéreo se asociaría a otro tipo de programación. La música y las voces harían la diferencia. El sonido del FM le robaría audiencia al sonido monofónico del AM y voces como las de Otto Greiffenstein, Tito Martínez, Gustavo Niño Mendoza, Manolo Bellon o Julio Nieto Bernal, entre muchos otros, traerían nuevos acentos, nuevas músicas y otros referentes culturales. La conquista de la banda FM fue lenta en tanto la llegada al país de aparatos receptores aptos para sintonizarla no se masificó sino hasta los años 1980; de allí que la audiencia fuera “selecta”. Con el tiempo, las frecuencias del FM empezaron a ser copadas y el estilo de aquellos primeros locutores del FM pasó a ser la inspiración de muchos otros que llegarían después con emisoras juveniles y una variada programación, que ya no sólo es musical y para el “descanso “ sino que ahora tiene un alto componente informativo y de música popular.
Tito Martínez habla sobre el origen de Noticias para Ejecutivos.