El patrimonio fílmico colombiano es abundante y refleja el camino que ha recorrido el séptimo arte en Colombia. Desde su creación, en 1986, la Fundación Patrimonio Fílmico ha orientado esfuerzos para rescatar las producciones que en este campo del arte empezaron a realizarse en el país.
Gracias a la Fundación, los colombianos podemos conocer la historia de las piezas de cine que llegaron del exterior a partir del año 1897, y de aquellas que empezaron a producirse en el país a partir de 1899. Su gestión ha hecho posible que contemos con películas y registros visuales que estaban fuera del país, guiones e incluso equipos técnicos a partir de los cuales ha sido posible reconstruir la historia del audiovisual y de la forma que ha tomado en distintas épocas el hábito de “ir a ver cine”.
Entrevista Miriam Garzón de García
Los fragmentos y piezas completas de largo y cortometrajes que ha logrado restaurar y catalogar la Fundación dan cuenta de las transformaciones del cine nacional: cine silente, con sonido sincrónico, documental, de ficción, de producción nacional, en coproducción con compañías extranjeras; en blanco y negro o en color, en distintos formatos que van desde 16 o 35 milímetros, hasta los nuevos formatos de video digital.
Aquellos fragmentos y piezas completas existen y está disponibles gracias al cuidado que la Fundación ha tenido en identificar, analizar, conservar, restaurar, almacenar y socializar. Son documentos que cuentan lo que hemos sido, nos dan un lugar en el tiempo, nos hacen herederos de una historia.
Felicitamos a la Fundación en sus 25 años e invitamos a los colombianos para que conozcan esta maravillosa y respetable obra que, dicho sea de paso, nos ha dado la oportunidad de conocer antiguos clásicos colombianos como Bajo el cielo antioqueño (1925), Alma provinciana (1926) Garras de oro (1926), Manizales City (1925) y un grupo de fragmentos de títulos como La tragedia del silencio (1924), Aura o las violetas (1924), Madre (1925), Como los muertos (1925) y El amor, el deber y el crimen (1926).
