García Márquez y la antigua Radiodifusora Nacional | Señal Memoria

Gabriel García
Publicado el Mar, 10/02/2015 - 14:25 Historia de la radio
García Márquez y la antigua Radiodifusora Nacional

Por: José Perilla

 

 

Como en casi todo, con el paso del tiempo es más fácil comprender qué fue lo que pasó, o al menos aventurarse en la interpretación de aquellos recuerdos que alcanzan a agarrar “los pájaros de la memoria”. Entre García Márquez y la Radiodifusora Nacional, por ejemplo, no hubo una relación muy directa. Eso en apariencia y por comparación con otros escritores como Manuel Zapata Olivella o León De Greiff, que tuvieron vínculos laborales y a través de la emisora le sumaron a sus cuantiosos aportes. Con García Márquez fue diferente. No obstante, los momentos de cruce que aquí presentamos fueron muy significativos.

Según lo recordó el escritor en Vivir para contarla, sus memorias, hubo algunos eventos decisivos en su vida que, sin él saberlo, lo conectaron con la Radiodifusora. Por ejemplo, al migrar hacia el interior del país en 1944, García Márquez ingresó al Liceo Nacional de Zipaquirá para terminar el bachillerato. “Un colegio colonial expropiado a una comunidad religiosa por una reforma liberal reciente, y [que] ahora tenía una nómina espléndida de maestros jóvenes con una mentalidad moderna”, según le explicó al joven Gabo, Adolfo Gómez Támara, en ese entonces director nacional de becas del Ministerio de Educación.

En el Liceo, García Márquez tomó un curso semanal de apreciación musical dictado por Andrés Pardo Tovar (1911-1972). Este intelectual bogotano llegó a ser director de la Radiodifusora desde finales de los años sesenta hasta casi el momento de su muerte. Encarnó, en su personalidad y su obra, los ideales que tuvo la emisora. Sobre Pardo Tovar, recuerda García Márquez que, para mediados de los años cuarenta, era “director del primer programa de música clásica de La Voz de Bogotá”. Y lo describe: “Era el cachaco perfecto, de blazer de media noche, chaleco de raso, voz sinuosa y ademanes pausados. Lo que hoy resultaría novedoso por su antigüedad sería el fonógrafo de manigueta que manejaba con la maestría y el amor de un domador de focas… Lo malo de aquella fiesta sabatina fue que me inculcó el pudor de que la música de los grandes maestros es un vicio casi secreto, y necesité muchos años para no hacer distinciones prepotentes entre música buena y música mala”.

Pero lo que quiso Pardo Tovar fue que la música, fuera mala o buena, se conociera, se apreciara y se comprendiera. Fue un impulsor de la musicología como no se había tenido en Colombia y quiso poner el entorno musical colombiano en diálogo directo con los desarrollos internacionales. Algo logró. Pero el peso de mentalidades atadas a un nacionalismo obtuso, fueron en detrimento de sus ideales. En eso quizá coincidió con García Márquez, que con su obra planteó también nuevos horizontes, distintos al romántico costumbrismo de la novela nacional.

Pocos años después del Liceo, dos o tres, la vida de Gabo dejó otro momento impreso en su memoria: “El revés de mis tantas tardes de tedio fue el descubrimiento casual de una sala de música abierta al público de la Biblioteca Nacional. La convertí en mi refugio preferido para leer al amparo de los grandes compositores, cuyas obras solicitábamos por escrito a una empleada encantadora. Entre los visitantes habituales descubríamos afinidades de toda índole por la clase de música que preferíamos. Así conocí a la mayoría de mis autores preferidos a través de los gustos ajenos, por lo abundantes y variados…”

Desde 1932, la Biblioteca Nacional fue responsable de la emisora HJN, puesta en marcha en 1929. Aquella fue directa antecesora de la Radiodifusora Nacional de Colombia y tuvo ideales equiparables, representados en la música clásica que encantó a García Márquez desde su juventud. Daniel Samper Ortega, director de la Biblioteca Nacional durante los años treinta y también a la cabeza de la HJN, tuvo por objeto la educación del pueblo. Su base fue la noción de “alta cultura”, común a varios de los intelectuales que, años más tarde, estuvieron al frente de la Radiodifusora.

Así, la música clásica, las bellas artes, el folclor, entre otros ámbitos canonizados, fueron protagonistas de la programación de la Radiodifusora desde sus inicios y durante lo corrido del siglo XX a partir del 1 de febrero de 1940, cuando fue fundada. Otro estandarte de esos propósitos fue el radioteatro. Y es allí donde se encuentra un punto más de conexión entre la historia de García Márquez y la Radio Nacional.

La primera mención de García Márquez que ha sido hallada hasta el momento en los Boletines de Programas de a Radiodifusora, se encuentra en el correspondiente a marzo de 1965. En el habitual espacio de Radioteatro, emitido los domingos a las 8:30 pm, está programada, el día 21, una adaptación de “El coronel no tiene quien le escriba”. Fecha temprana, si se tiene en cuenta que la obra se había publicado en el 61, cuando García Márquez aún estaba lejos del reconocimiento que vendría años más tarde. Como se mencionó, el gusto generalizado en Colombia aún tendía al costumbrismo contra el que, precisamente, aquellas nuevas generaciones de la literatura quisieron reaccionar desde el principio.

Pero, al mismo tiempo, estos años sesenta marcan el inicio del reconocimiento y son la década en que García Márquez consolidó su estilo. Fueron los años en que esa vanguardia, alterna a la élite intelectual del interior colombiano, se catapultó en influyentes posiciones y marcó nuevos rumbos para el entorno social y cultural del país. García Márquez y algunos de sus amigos o personas cercanas, empezaron a ser parte del establecimiento. Pocos años después de publicado “El Coronel…” y emitida la adaptación para radioteatro, vino la primera edición de “Cien años de soledad”, de 1967, y el surgimiento del Festival de la Leyenda Vallenata, de 1968.

Hemos introducido estas reflexiones con un aparte de “Cien años de soledad”, en voz del propio autor.  Este extracto hace parte de una de las emisiones del programa De viva voz

Fecha de publicación original Mar, 10/02/2015 - 14:25