La Radiodifusión fue el medio de transmisión de ideas más importante antes y durante la Primera y la Segunda Guerra Mundial. Los avances tecnológicos hacían posible las comunicaciones alrededor del mundo, aunque el acceso dependía de las condiciones de propagación de las ondas de radio o de la cercanía y potencia de la emisora.
La radio es el resultado de años de investigación y de la invención de diferentes artefactos que emergieron ligados al entendimiento y desarrollo de la electricidad. En 1876 Alexander Graham Bell y su asistente, lograron transmitir la voz humana a través de cables eléctricos. A partir del telégrafo y del teléfono.
Por aquellos años, en Escocia, James Maxwell elaboró una teoría sobre misteriosas ondas electromagnéticas que viajarían a la velocidad de la luz. En 1888, un joven alemán, Heinrich Hertz, demuestra esta teoría construyendo un aparato de laboratorio para generarlas y detectarlas, así nacieron las ondas hertzianas.
El italiano Guillermo Marconi estaba al día del aporte de Hertz. Los inconmensurables beneficios de la radio y todo lo que de ella se ha derivado se deben directamente a la visión y perseverancia de Guillermo Marconi, inventor y pionero de la comunicación global.
En este capítulo de la serie Historias de Onda larga, emitida por la Radio Nacional de Colombia y titulado Guerras de la radio, se recuerdan los aportes de estos científicos y la evolución de estos medios en Colombia
Así nace la radiodifusión en el mundo, que jugó un papel muy importante en las decisiones de los gobiernos que pudieron acceder a este medio y mucho más en épocas de guerra.
En el campo del entretenimiento, la radio fue trascendental. La música, en cambio, fue la válvula de escape tanto para el ciudadano común como para el soldado en el frente. Se puede pensar que durante la guerra toda la música era de corte militar, pero no fue así. Más bien, en su mayoría, las letras de las canciones de la época, hablaban del amor, de la vida en el hogar y en sus países en tiempos de paz.
Para los civiles en casa, la música fue una terapia colectiva que ayudó a sobrellevar la guerra, a sufrirla paciente y dolorosamente, con la esperanza que el reencuentro con los seres queridos se hiciera pronto realidad. Si algo no pudieron hacer los gobiernos beligerantes, fue manipular la música como vehículo de propaganda.