Cage afirmaba que todo lo que hacíamos era música y que le asustaban más las ideas nuevas que las viejas; buscando así, tener siempre una actividad, una continuidad y una exploración.
Su actividad creativa le dio la capacidad de generar obras de composición clásica, pero también ser punta de lanza en generar obras de reflexión. Un de ellas, la conocida como 4:33 plantea tener una orquesta por 273 segundos, precisamente 4 minutos y 33 segundos sin interpretar sonido alguno. Simplemente, es una obra que plantea a través de la ausencia, la existencia de sonidos de ambiente o del entorno que conforman la obra. Los músicos no interpretarían sus instrumentos, pero aún así, si se generan sonidos por los movimientos naturales de las personas o el ambiente del teatro o lugar donde se presente la obra.
Cage fue además un personaje que combinó su trabajo generando interesantes uniones con actividades como la coreografía; pero además durante varios años, también tuvo la oportunidad de llevar a cabo trabajos de arte visual y escritura. Esto debido además a las manifestaciones de una artritis que fue deteriorando sus capacidades interpretativas desde los años sesenta.
Su paso por la historia de la música es importante bien sea como creador o como ser capaz de sintetizar inquietudes alrededor de una obra y un momento.
Es un personaje que marcó un momento y que sigue siendo una referencia en los diferentes campos artísticos. Y siendo así, cómo podemos recordar a John Cage y su obra en nuestro país?
Para Mauricio Bejarano, arquitecto y artista sonoro, Cage dejó lecciones alrededor del silencio y el sonido. Bejarano destaca la reflexión de este compositor acerca del silencio como una posibilidad. Igualmente, recuerda cómo la actividad musical es un ejercicio de escucha, flexible y abierta que permite escuchar música donde quiera que se esté.
Por su parte, Ana María Romano, artista electroacústica y docente, reconoce cómo Cage "no sólo es un personaje importante para la música, sino para el campo artístico en general, porque su manera de aproximarse a él, es una invitación abierta a aventurarse; no solo en la música sino en otras actividades."
Este año, John Cage ha sido el eje de diferentes homenajes. Medellín, ha desarrollado actividades como conferencias y presentaciones musicales coordinadas por la universidad Eafit y el auditorio Maximum, del colegio alemán de esa ciudad.
Para la Radio Nacional, Cage fue protagonista musical de varios espacios. En los años 1981 y 1982, Carlos Barreiro realizó especiales en su espacio: Acerca de la música. En estos especiales recapituló su obra y presentó obras que no se habían rotado en nuestros espacios. La Fonoteca de RTVC, también quiere unirse a homenaje y para ello, cuenta con la presencia de personajes como el mismo Mauricio Bejarano y su obra Estrépitos.
Cage, si, Cage no está, pero el legado cageano es algo que no se puede dejar perder, porque no es solo importante en la música. Lo es en el trabajo artístico en general. Jan Peter Sonntag, músico y artista alemán nos presentará una disertación acerca de La obra de Cage llamada el “A priori” de los aparatos, en la que también tendrá una muestra de su música y de su trabajo de instalaciones sonoras.