Aún colegial cuando se enroló en el ejército patriota, Córdova no tuvo mayor educación ni provenía de una familia acomodada. Su corta vida no le alcanzó para formarse como quiso y fue tanto autor como víctima de las fuertes contradicciones que atravesaron la vida de la primera república. No en vano se le recuerda no sólo como un gran soldado, sino como uno de los principales opositores a Bolívar, una vez inició el periodo conocido como de la “dictadura”, en el cual el propio Córdova alcanzó a ser Ministro de Guerra. La cercanía de Córdova con el general Santander lo convirtió en uno de los sospechosos de la “noche septembrina”, cuando tras un atentado, El Libertador salió bien librado gracias a la audacia de su compañera Manuelita Sáenz, a quien Córdova señalaba como cómplice de la “monopolización” del poder que ejercía Bolívar.
José María Córdova
Córdoba desplegó una enorme capacidad estratégica que lo llevó recorrer el país en múltiples campañas; una vez el héroe de Ayacucho se levantó contra Bolívar fue asesinado por uno de los fieles al venezolano, el general inglés Ruperto Hang, bajo ordenes del irlandés Daniel O´Leary. Ambos habían participado en las batallas del Pantano de Vargas y de Boyacá. Es así como Córdova es el ejemplo más crudo de los sentimientos y conflictos que despertó el proceso de Independencia. La pugna por el poder y una idea de nación aún no consolidada hizo que quienes iniciaran un mismo proceso, terminaran separados por las balas con las que buscaban lograr la libertad.
Imagen: Infancia del general José maría Córdova. Acuarela de José María Espinosa, 1828. Alegoría de la serie de héroes niños. Palacio de la Cultura, Medellín. Cortesía:www.lablaa.org