Luego de una breve introducción, el autor se concentra en “los nombres contemporáneos de la canción interiorana”, es decir aquellos cuyas carreras empezaron a florecer desde las décadas de 1940 y 1950. A la lista encabezada por Luis Uribe Bueno (1916 – 2000), se suman, entre otros, Berenice Chávez (1921 – 2008), Manuel J. Bernal (1924 – 2004), León Cardona (1927), Jaime Llano González (1932), Víctor Hugo Ayala (1934), los duetos “Espinoza y Bedoya”, “Obdulio y Julián”, “Garzón y Collazos”, estos últimos íntimamente asociados al surgimiento y desarrollo de José Alejandro Morales, figura de primer orden para la “canción nacional”.
Nacido en El Socorro, Santander, de José A. Morales algunos autores, incluido Restrepo Duque, afirman que fue el 19 de marzo, no de 1913, sino del 14[2]. No obstante, es en 2013 el año en que se está celebrando su centenario de manera común y generalizada. Al lado del tiplista también santandereano Francisco “Pacho” Benavides (1900 – 1971), Morales emprendió numerosas giras de concierto por el territorio nacional, que poco a poco fueron incrementando su reconocimiento.
De acuerdo con Restrepo Duque, fue en 1948 cuando el dueto arribó a Medellín, ciudad que empezaba a posicionarse como foco industrial y centro de acopio para la industria discográfica. Justamente en 1949 surge el sello Sonolux, para convertirse en uno de los más activos en relación a la música andina colombiana. Poco después, allí grabaron Benavides y Morales el clásico trabajo discográfico “Canta un tiple” (1953).
Morales contaba con cierto recorrido en la industria. Común a muchos autores y compositores del momento, antes de sumergirse en géneros colombianos sus esfuerzos estuvieron orientados al campo del bolero y el tango. “El ‘Che’ Reyes, cuenta Restrepo Duque, artista argentino que gozó en su tiempo de envidiable popularidad… le cantó el primero de sus temas: ‘Martha’, un tango, por allá por el 35. Después hizo varios boleros que fueron llevados al disco y cantados por los intérpretes en boga: ‘Mala muer’, ‘Te vas’, ‘Como tú ninguna’, y en el año de 1939 entregó a la consideración popular su primer bambuco: ‘Socorranita’”[3].
Surgido en 1938, es también durante la década de 1940 que se posiciona el mencionado dueto integrado por Darío Garzón (1915 – 1986) y Eduardo Collazos (1916 – 1977), vinculado a Sonolux al momento de dar realce nacional a las canciones de Morales, ya entrados los años 50. Durante esa década se grabaron “María Antonia”, “Campesina santandereana” y “Soberbia”, preludio para lo que fue la consagración definitiva de canciones como “Pueblito viejo” y posteriormente “Ayer me echaron del pueblo”, canción finalista en 1962 del Festival de la Canción de Villavicencio.
Fueron aquellos los “años dorados” para un músico condecorado y reconocido en diferentes oportunidades, como lo fue José A. Morales, capaz de alimentar con sus textos idílicos aquellos imaginarios de orden nacionalista y al mismo tiempo de retomar la difícil forma de vida de un campesinado obligado a migrar a la ciudad. Aunque por motivos alternos a la violencia del país en que vivió, Morales también encontró en la capital una forma de vida y algunas de sus canciones fueron capaces de sobrevivir al dominio del gusto que despertó desde entonces la música del Caribe.
Concluye Restrepo Duque, “en José A. Morales… se conjugan los grandes atributos artísticos de los mejores maestros de nuestra canción y las virtudes de un hombre simple, amable, irrebatiblemente soltero, bohemio y señor por todos los costados”[4]. Falleció en Bogotá el 22 de septiembre de 1978.
Información de audio
Dentro de la inmensa discografía asociada a José A. Morales, hoy se constituye en rareza el disco titulado “De Colombia… con amor” (LDF1076), grabado por el arpista cubano Alfredo Rolando Ortiz (1946) y el guitarrista colombiano Gentil Montaña (1942 – 2011), publicado con el sello Codiscos. De allí la versión de “Pueblito Viejo”:
