Por José Perilla
El año 1976 fue importante para la documentación musical en Colombia. Es el momento en que se creó el Centro de Documentación Musical de Colcultura (CDM - hoy dependencia de la Biblioteca Nacional de Colombia), del que, puede decirse, fue una entidad hermana de la Radiodifusora Nacional de Colombia. Por mucho tiempo, los equipos de la emisora fueron usados para las grabaciones del CDM y hubo personal que prestó servicio en las dos instituciones.
Esa conciencia sobre la documentación fue la base para que la Radiodifusora Nacional empezara una labor de cubrimiento y grabación de los festivales folclóricos y musicales de Colombia. Así se inició una de las colecciones más llamativas de la Fonoteca, como lo es la de festivales. Dentro de los mejores representados están el Festival de Música Andina Colombiana “Mono Núñez”, el Festival de Música Religiosa, de Popayán, el Festival de la Cultura, de Tunja, y el Festival de la Leyenda Vallenata.
Las grabaciones más antiguas de este último corresponden al año 1977, décima edición del evento. El contenido de esta última corresponde a las canciones interpretadas para concursar en la categoría “Canción inédita”. Por su parte, la primera contiene canciones de intérpretes sobre los que, infortunadamente, no se consignó información. Pero algunos han logrado ser identificados. Así, la Fonoteca de Señal Memoria tiene certeza de contar con la grabación de las presentaciones realizadas en 1977 por músicos tan importantes como José María “Chema” Ramos, Máximo Jiménez y Juancho Polo Valencia.
Un año antes de morir, Juancho Polo Valencia fue invitado a esa edición del Festival de la Leyenda Vallenata para una emotiva presentación, en la que interpretó canciones que, desde la década de los cincuenta, hicieron de él una figura primordial en la difusión y el gusto por el vallenato. El músico incluyó los clásicos “Pájaro Carpintero”, “Alicia Adorada” y “Lucero Espiritual”. Está próximo ya el momento de conmemorar un centenario del nacimiento de Juancho Polo Valencia. Oriundo de Concordia, Magdalena, vio la luz en el año 1918. Músico completo, como se denominaba a aquellos capaces de cantar sus propias canciones y acompañarse en el acordeón, falleció en Fundación, Magdalena, el 22 de julio de 1978.
