Por: Ana María Lara Sallenave
Probablemente muchos bebés nacidos en 1962 fueron bautizados como Jackeline o John F. Muchos papás y mamás de aquellos años pusieron su esperanza en lo prometido por la Alianza para el progreso y su principal gestor: el presidente Kennedy.
Cuando en algunos países de América Latina el ejemplo de la Revolución cubana se convertía en un modelo a imitar -pues prometía igualdad-, los Estados Unidos junto a algunos gobiernos de América Latina promovieron unos acuerdos de cooperación para mejorar el nivel de vida de los sectores populares. Aquello se hizo en nombre de la paz y contra el comunismo.
En el caso colombiano la Alianza para el Progreso se selló en diciembre de 1961 con la visita de John F. y Jacky, quienes recorrieron la ciudad, entregaron casas y visitaron enfermos. Aquello trajo alegría y optimismo, en particular a la población que en Bogotá que vivía grandes necesidades sociales.