Dulce amiga, radioteatro grabado en los estudios de la Universidad de San Buenaventura, une el género de terror con la violencia de la historia colombiana reciente. Por desgracia, ambos son afines. En esta obra, el más allá y el mundo de los vivos se tocan con naturalidad. Los protagonistas vivos de Dulce amiga son la madre, el padre y su hija, una familia que huye de la violencia y, sin quererlo, traba una relación con los muertos. La obra juega con la ambigüedad: los muertos recuerdan a los fantasmas siniestros de las películas, pero ese es un engaño momentáneo del que el oyente sale en el curso de la historia.
Dulce amiga emplea convenciones de las narraciones de terror, como la presencia de niños espectrales y la melodía de una cajita de música. La conjugación de la inocencia que se atribuye a los niños con la inquietud que produce lo sobrenatural potencia el miedo. Los lugares comunes tienden puentes entre el público y la historia, pero corren el riesgo de no suscitar sorpresa y resultar poco originales. No sucede eso en el radioteatro de los estudiantes del Paulo VI. Al contrario, es un acierto y un acto creativo original vincular la violencia colombiana con el género de terror, y emplear algunos de sus elementos más conocidos para contar la historia. Tanto más cuanto que estas convenciones no banalizan el drama de los personajes vivos y muertos de Dulce amiga, inspirado en fenómenos crueles de la realidad del país, como las masacres y el desplazamiento forzado.
El radioteatro Dulce amiga fue creado, interpretado y sonorizado por seis estudiantes del colegio Paulo VI (IED) de entre trece y diecisiete años de edad, con la asesoría de la profesora Luz Jenny Romero Chacón y el profesor Alirio Rivera. Los invitamos a oír la obra en el Festival virtual de radioteatro infantil de la Fonoteca de Señal Memoria.
Conozcan más en: www.festivalvirtualderadioteatro.gov.co
Carlos Fernández
