Publicado el Jue, 08/03/2012 - 17:26
Historia de la radio
La Escuelita de Doña Rita, humor en la radio
Cada mañana, los colombianos escucharon la emisión de uno de los programas radiales de humor más duraderos y recordados. Este programa, que se emitía en vivo desde el Radioteatro de Emisoras Nuevo Mundo, contó con importantes voces: la de Maruja Yepes como Doña Rita, la paciente profesora de la escuelita, la de Sofía Morales, como Sevelinda Parada, la de Pepa Rendón en el papel de Pepa Pipo; la de Efraín Jiménez, el Bobo de la bobada grande; y la de Armando Osorio Herrera como el Inspector Don Nianceno el bueno.
Aquellas voces, que atraían la atención de la audiencia colombiana, surgieron en su mayoría del radioteatro. Su tonalidad, capacidad de comunicar intenciones definidas son el resultado de la combinación del arte teatral en las tablas y frente a los micrófonos.
Fragmento Doña Rita Lado A
Fragmento Doña Rita Lado B
Doña y Rita y su escuelita hace parte de los programas de humor que ha tenido la radio colombiana. El género “humor” inició probablemente en 1935 con las imitaciones de voces que hacía Mario Jaramillo Duque, en radio Manizales. Luego vendrían las voces de Raúl Echeverry (su alias era Jorgito), en la Voz de Pereira. En ese entonces surgieron el recordado Tocayo Ceballo y luego Montecristo. Vino también otro programa con gran audiencia: El tremendo juez y la tremenda corte. Todo aquel, al igual que el de Doña Rita, era un humor que representaba y caricaturizaba a los personajes típicos de la sociedad colombiana.
Luego, en los años sesenta en plena turbulencia política, durante el Frente Nacional, y en medio de las fuerte disposiciones de censura radial surgieron los inolvidables espacios liderados por don Humberto Martínez Salcedo (recordado por su personaje Don Salustiano, de Sábados Felices): La tapa y El Pereque. Su fino y ácido humor causaba temor en los líderes políticos de mayor renombre.
Desde aquellos tiempos, el radioteatro y el humor fueron confundiéndose para hacer que hasta el día de hoy haya espacios en la radio que confunden con gracia (y a veces con vulgaridad, lastimosamente), los límites entre realidad y ficción.
Fecha de publicación original Jue, 08/03/2012 - 17:26