La historia del pianista que perdió un brazo | Señal Memoria

Paul Wittgenstein
Publicado el Mar, 25/07/2017 - 10:10 Vida cotidiana
La historia del pianista que perdió un brazo

Este es el pianista al que los más famosos compositores del siglo XX le escribieron obras para la mano que le quedó.


Ravel – Concierto para la mano izquierda – Paul Wittgenstein

Esta grabación es del pianista austriaco Paul Wittgenstein en 1937. Se conservan muy pocas grabaciones con sus interpretaciones. Pero en el Archivo Señal Memoria tenemos esta, que es de las más importantes de su carrera. Aquí está acompañado por la Orquesta del Concertgeouw de Amsterdam dirigida por Bruno Walter. Esta grabación llegó a nuestro archivo como parte de la constante colaboración entre la antigua Radio Nederland y su servicio de transcripciones internacionales con la Radiodifusora Nacional de Colombia.

Paul Wittgenstein perdió su brazo derecho mientras combatía contra el ejército ruso en la Primera Guerra Mundial. Hasta 1913 era una de los pianistas más prometedores del siglo XX. Una historia digna de ser conocida por cualquiera que se sienta en la “mala” y quiera mandar todo al diablo cuando se le presenta algún problemita. Siempre va a haber alguien más de malas que usted.


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Este pianista era uno de los hermanos del filósofo Ludwig Wittgenstein. Provenían de una acaudalada familia, donde eran frecuentes las veladas musicales a las que asistían los grandes compositores de fines del siglo XIX y comienzos del XX como Johannes Brahms, Gustav Mahler o Richard Strauss. Paul Wittgenstein se codeaba con los grandes, tocaba con ellos, y algo se le debió quedar.

En 1913 debutó por todo lo grande. Sus pocos conciertos fueron un gran éxito. Pero un año después, con el estallido de la Primera Guerra Mundial, ya estaba en el campo de batalla. Fue herido en combate y hecho prisionero. Debido a sus heridas los rusos amputaron su brazo derecho y además lo mandaron una larga temporada a Siberia, el sitio más alejado y frío de Rusia. Para Wittgenstein la felicidad venía en paquete de uno -su gran debut-, pero las desgracias sí vinieron en combo: deprimido por su pérdida, manco y prisionero de guerra.

Pero como lo que sobra en prisión es tiempo, Paul Wittgenstein lo tuvo para reflexionar bastante sobre qué hacer con su vida una vez terminara la guerra. Decidió continuar su carrera como pianista con un solo brazo. Al regresar a Austria inició el largo proceso de recuperación de las habilidades pérdidas y adaptarse a las nuevas circunstancias.

Ahora bien, la familia Wittgenstein era poseedora de una de las fortunas más grandes de Europa. Esto le permitió a Paul dedicarse los siguientes 30 años de su vida a “mandar hacer” o comisionar a los compositores más destacados de su momento, obras para el piano donde solo estuviera la mano izquierda.

El resultado fueron más de 20 composiciones donde aparecen nombres como los de Richard Strauss, Sergei Prokofiev, Paul Hindemith y especialmente Maurice Ravel. El concierto de Ravel se convirtió en el caballito de batalla de Wittgenstein. Con esta obra, el pianista de un solo brazo, viajó entre Europa y Estados Unidos y logró tener una exitosa carrera, a pesar de la adversidad.

La versión de esta obra proviene de la Antología en 6 volúmenes de la Orquesta del Concertgebouw de Amsterdam, en la que se compendian más de 70 años de historia de esta orquesta y los intérpretes más importantes que estuvieron con ella.

 
Fecha de publicación original Mar, 25/07/2017 - 10:10