El 23 de abril de 1616 fallecían Cervantes, Shakespeare y el Inca Garcilaso de la Vega. Tan simbólica fecha para la literatura universal fue la escogida por la Conferencia General de la UNESCO para rendir un homenaje mundial al libro y sus autores, y alentar a todos, en particular a los más jóvenes, a descubrir el placer de la lectura y respetar la irreemplazable contribución de los creadores al progreso social y cultural.
El libro nació gracias a la imprenta de Gutenberg, en el siglo XV. A la Nueva Granada la imprenta llegó de manera muy tardía, hacia 1737. Dos siglos después de haber sido inventada.
La imprenta
La Compañía de Jesús, una de las comunidades religiosas más polémicas que llegaron al Nuevo Mundo, fue la encargada de traerla sin saber que sería una herramienta de emancipación. La historia registra que el primer impresor fue Francisco de la Peña, un hermano jesuita.
Con la llegada de la imprenta los neogranadinos pudieron acceder a documentos de tipo religioso. De hecho el primero en imprimirse fue el Septenario al Sagrado Corazón.
Con las Reformas Borbónicas, los jesuitas fueron expulsados el 27 de marzo de 1767. Y con ellos, la imprenta. Fue hasta 1777 cuando el Virrey Flórez trajo un nuevo ejemplar que más tarde sería la Imprenta Real. En ella se imprimieron almanaques, cédulas reales y el conocido aviso del terremoto del 12 de julio de 1785.
Antonio Nariño logró hacerse a una imprenta con la que se propuso divulgar aquellas ideas que tanto sedujeron su espíritu. La Imprenta Patriota, ubicada en la plazuela de San Carlos de Santafé de Bogotá sirvió para imprimir documentos como Los Derechos del Hombre y del Ciudadano, la Gaceta de Santa fe de Bogotá, que fue un periódico efímero y el papel Periódico de Santafé de Bogotá, dirigido por el cubano Manuel del Socorro Rodríguez, considerado uno de los pioneros del periodismo.
La vida de Nariño giró en torno a la Imprenta. Esta fue instrumento de divulgación de las ideas libertarias y, por lo mismo, le valió el destierro y la prisión.
Imagen: Facsímil de la carátula de los tres primeros libros impresos en la Imprenta de la Compañía de Jesús. Impreso. Colección Museo Nacional de Colombia.
