La maravillosa vida común y corriente, en radioteatro | Señal Memoria

Fotografía: Salem State Library
Publicado el Lun, 15/09/2014 - 13:16
La maravillosa vida común y corriente, en radioteatro

 


En el programa Radioteatro dominical del domingo 22 de agosto de 1954, la Radiodifusora Nacional de Colombia, hoy Señal Radio Colombia, presentó Nuestro pueblo, obra del dramaturgo estadounidense Thornton Wilder (1897-1975), estrenada en New Jersey en 1938. La obra recrea el transcurso de la vida en un pueblo del noroeste de los Estados Unidos, en el lapso comprendido entre 1901 y 1913. Ante el público, aparecen los padres, las esposas, las madres y sus jóvenes hijos, aún niños o en plena adolescencia; aparecen el lechero, el médico, el borracho y el propietario del periódico. La obra presenta los cambios graduales en la vida del pueblo en ese período. Algunos personajes sienten el peso de los años, otros se casan, algunos mueren. La obra termina en el cementerio. Uno de los muertos retorna a un día de la vida que acaba de dejar y experimenta algo conmovedor y terrible.

Por consejo de otro de los muertos, el personaje no escoge un día especial, regresa a una mañana en la que no le sucedió nada extraordinario. Vuelve a ver a su madre y a su padre y a habitar su casa. La vida se le presenta como algo precioso. Sus padres hablan en la cocina y el personaje descubre que, siendo tan hermosa, la vida pasa ante los vivos como si fueran ciegos. Es tan bello todo: levantarse, dormir, la ropa recién planchada, los relojes y las flores, y a los vivos se les escapa; ni siquiera tienen tiempo de mirarse; pisotean sus sentimientos sin advertirlo. Hasta hace poco, el muerto fue tan obtuso e ignorante como ellos. La vida es una hermética maravilla que pasa desapercibida para quienes la viven. Ahora, el muerto entiende por qué le aconsejaron no escoger un día especial. Hasta el más nimio de esos días lo fue y todos se le escaparon.

El Traspunte, personaje que llama a los actores a escena, es clave en Nuestro pueblo. El escenario permanece casi desnudo durante la obra. El pueblo surge porque él lo nombra. Su narración hace entrar y salir a los personajes. Conoce el futuro y el pasado del pueblo. Podría ser otro muerto o tener dominio sobre el tiempo. El Traspunte le muestra al público dónde está la estación del ferrocarril; dónde, la casa de los Gibbs; dónde, la de los Webb; dónde, la calle principal. Gracias a sus palabras y a un conjunto de sillas y mesas, el pueblo se hace presente. Casi no hay objetos, pero el público los ve. El lechero, por ejemplo, arrastra una carreta invisible tirada por un caballo que nadie ve, y el médico deposita en el suelo un maletín invisible. Las cosas no se ven, pero ahí están. Nuestro pueblo es como el radioteatro: la palabra y el sonido crean casi todo. Es una ilusión sostenida con medios ligeros.

En la adaptación radial de Nuestro pueblo, realizada por Bernardo Romero Lozano, se oyen la carreta, el tren, las campanas y los pasos. Es una obra bien sonorizada. Sin embargo, lo que en el teatro resulta singular, en la radio resulta natural, es decir, crear universos con el poder exclusivo del sonido y la voz. Es lo que se espera que haga cualquier radioteatro. Desde esta perspectiva, la adaptación de la obra no llevó al radioteatro lo extraordinario que tiene su puesta en escena teatral. La magia de la obra de Thornton Wilder reside, en parte, en crear un pueblo con recursos sutiles. Al verterla a un medio que se vale de sutilezas similares, el Traspunte podría recordarles a los oyentes que todo lo que vean y sientan es obra del sonido, podría refrescar la conciencia de que la radio también es magia, para que la singularidad de la obra teatral se conserve en su versión radial.

El radioteatro Nuestro pueblo está identificado con los códigos CD009365 y CD009366 y se puede escuchar en el catálogo de la Fonoteca de Señal Memoria. El boletín de la Radiodifusora Nacional de Colombia de agosto de 1954 informa que años antes, la emisora había hecho una versión radial de Nuestro pueblo, pero, hasta el momento, no se conoce un registro de ella.

Carlos Fernández

Fecha de grabación: desconocida, posiblemente en agosto de 1954.
Fecha de emisión: 22 de agosto de 1954.
Lugar de grabación: Radiodifusora Nacional de Colombia.
Referencias: teatro estadounidense siglo XX, Estados Unidos.


 

Fecha de publicación original Lun, 15/09/2014 - 13:16