La memoria, un relato que construye futuro | Señal Memoria

Tatiana Duplat
Publicado el Mar, 20/10/2015 - 14:35
La memoria, un relato que construye futuro

Palabras leídas en el evento: Apuestas Individuales que Construyen en Colectivo Un Territorio Posible, organizado por el Concejo Municipal de Barrancabermeja y el Instituto Universitario de la Paz – UNIPAZ. Barrancabermeja, 19 de Octubre de 2015

Tatiana Duplat Ayala

Directora de Señal Memoria

RTVC: Sistema de Medios Públicos

El futuro no es otra cosa que la experiencia del pasado proyectada en el tiempo; por mucho que nos empeñemos en construir nuevos mundos, este acto creativo siempre, irremediablemente, nos conducirá al pasado para poder inventar el futuro. La memoria se expresa en la narración de lo que reconocemos como pasado común y ese relato puede ser editado en tantas formas como versiones de la realidad existen. Los archivos audiovisuales, en tanto custodios de esa memoria, guardan testimonios, registros y pistas que nos hablan de lo que hicimos, de lo que fuimos, de lo que hoy somos y, por su puesto, de lo que queremos o no queremos ser. Los archivos son los guardianes de nuestra memoria y, en ellos, reposa la oportunidad de proponer distintas versiones de futuro; de allí la importancia crucial de estos escenarios cuando nos preparamos para imaginar y construir un país en paz.

La posibilidad de la verdad como eje de la reparación, de la garantía de la no repetición y como requisito indispensable para la reconciliación, anida,  en gran medida, en los rastros que dejamos y que guardamos en los archivos. Construir una verdad incluyente: que exprese distintas perspectivas, que nos permita darle algún sentido a tantos años y formas de violencia; y que nos convoque a reconstruir los lazos rotos, es una tarea que, inevitablemente tendremos que afrontar en el horizonte más cercano. Nos preparamos para reescribir un nuevo relato sobre nosotros mismos y, seguramente, serán los archivos el primer lugar donde acudiremos a buscarnos. Las huellas de los más mínimos actos cotidianos adquieren en este momento una importancia inusitada y es nuestro deber capturarlos, guardarlos y ordenarlos; hacer trascendente lo trivial en tanto expresión de este momento único en el que hemos decidido dar un giro hacia la paz.

Necesitamos, más que nunca, encontrar en la memoria evidencias concretas y tangibles que nos hablen de la paz como una vivencia ya experimentada, y no como una utopía lejana y difícil de alcanzar. Hoy, la experiencia, concreta y tangible, de regiones como el Magdalena Medio, en las que cientos de comunidades han hecho de su vida cotidiana un acto de resistencia permanente a los violentos, se convierte en un referente invaluable para el país. Existen aquí suficientes conocimientos colectivos, acumulados durante décadas, sobre la construcción de redes y tejidos sociales, sobre la organización y sobre el fortalecimiento institucional; conocimientos que deben ser puestos al servicio de la paz de la región y del resto del país. La paz, más allá de los acuerdos políticos, más allá de la voluntad de los armados, ha sido en el Magdalena Medio una vivencia construida día a día, desde hace décadas, por las cientos de miles de personas comunes que nunca, ni en el peor de los momentos, cedieron a la tentación de la violencia, ni acudieron al llamado de los violentos. Son ellos los que hoy tienen mucho que decirle a la región y al país, es su experiencia y su memoria la que debe ser convocada y escuchada con atención. Desde los medios de comunicación nuestra tarea es amplificar estas voces, hacer que sus historias suenen fuerte y se vean claramente hasta el último rincón de Colombia.

Durante todos estos años, los medios, especialmente la radio y la TV local y regional, han sido testigos excepcionales de esta apuesta valiente y contundente por la vida y la dignidad en el Magdalena Medio. Los comunicadores saben muy bien de qué estoy hablando, sus cámaras y sus micrófonos han registrado durante años este empeño de construir paz en medio de la guerra; es el momento de acudir a esta memoria. En RTVC, la Radio y la Televisión Nacional de Colombia, sabemos lo difícil que es hacer memoria en un contexto en el que no hemos sido educados para valorarla. Conocemos la situación precaria y vulnerable de los archivos audiovisuales y sonoros del país, pero también tenemos la certeza de que, aún de los peores casos, existen suficientes registros que nos permitan reconocer en las imágenes y los sonidos del pasado, evidencias contundentes de nuestra inmensa e increíble capacidad de organizarnos, de vincularnos, de sobreponernos a la adversidad y de emprender proyectos colectivos. Es la memoria, inevitablemente, el único lugar al que podremos acudir para imaginar el futuro. Muchas gracias.

 

Fecha de publicación original Mar, 20/10/2015 - 14:35

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