En 1979 fue realizado el “Primer concurso de compositores de música colombiana”, evento que produjo el Instituto Colombiano de Cultura, Colcultura. Las obras ganadoras fueron grabadas e incluidas en un trabajo discográfico que a su vez hizo parte de la serie “aprendamos a querer nuestra música”. La intención que expresa esta última frase también está presente en una nota que trae el disco, escrita por Gloria Zea, directora de Colcultura. Allí se afirma: “Observamos (… )cómo todos los días se componía menos música nacional y cómo, poco a poco, toda una generación era formada bajo moldes extraños a nuestra cultura y tradición, especialmente en el campo de la música popular. Nos dimos a la tarea, entonces, de ir sentando bases de un renacer de nuestra música y lanzamos este concurso…”.
Las palabras de Gloria Zea son similares a las que publicó Jorge Añez, cerca de tres décadas antes, en 1952, en su libro Canciones y recuerdos[1]. En ese entonces, el autor se quejaba del poco espacio que se le había dado a la música andina colombiana en la radio desde los orígenes y consolidación del influyente medio de comunicación (cosa que en Colombia sucedió durante los años treinta). La radio moldeó un gusto ligado a la industria discográfica, que por entonces presentaba novedosas grabaciones de música popular. Estas se realizaron en los principales centros de grabación, como lo fueron Nueva York y, poco después, Buenos Aires, La Habana y Ciudad de México. Por ende, los géneros que más se arraigaron en el gusto internacional fueron el bolero y el tango.
De ello se quejaba Añez al encontrar una mínima presencia de bambucos y pasillos en las frecuencias radiales. Su pensamiento se había formado en la primera mitad del siglo XX, cuando el fervor nacionalista, anclado en el romanticismo del siglo XIX, había establecido los estandartes para identificar los valores de Colombia. Eso se hizo desde una óptica centralista en la que algunos géneros de la música andina pasaron a ser la “música colombiana”[2]. Precisamente es la música andina la que prima en el disco de Colcultura. De las 12 piezas incluidas, 9 son bambucos o pasillos. Las tres restantes son un joropo, un paseo y un currulao.
Se presenta con este texto un clip de audio basado en algunos extractos del disco, titulado Ganadores del Primer Concurso de Compositores de Música Colombiana. Este se encuentra en la Fonoteca de Señal Memoria, catalogado con el código CD11797.
José Perilla
Información del archivo: grabación discográfica
Lugar y fecha: Bogotá, 1979
[1] Jorge Añez, Canciones y recuerdos, Colección Lecturas de Música Colombiana, Vol.5, Bogotá: IDCT – Alcaldía de Bogotá, 1990.
[2] Ver: Jaime Cortés, La música nacional popular colombiana en la colección Mundo al día (1924-1938), Bogotá: Universidad Nacional de Colombia, Unibiblos, 2004.
