Uno de los grandes clásicos de la literatura universal fue escrito en un momento tumultuoso de la vida de Fiodor Dostoievski: su adicción al juego lo había dejado en la miseria, las deudas se acumulaban y de él dependía la familia de su fallecido hermano Mikhail. Así, bajo presión, nació Crimen y Castigo, publicado inicialmente en 12 partes en el periódico mensual El Mensajero Ruso, en 1866.
La novela cuenta la historia de Rodión Raskolnikov, un estudiante de familia humilde que vive en San Petersburgo. El hambre, la dura situación económica de su madre y de su hermana Dunia, y el constante acoso de su casera y de la vieja usurera (Aliona Ivanovna) para que pague sus deudas llevan al joven a la desesperación. Raskolnikov planea el robo y el asesinato perfecto de la odiosa prestamista, justificándolo con la idea de librar a la humanidad de una carga y de pertenecer, igual que Napoleón, a un grupo de hombres que al ser superiores tienen derecho a quebrar las leyes por el bien de la humanidad.
Pero sus planes no salen como él esperaba, el remordimiento y la paranoia lo conducen rápidamente a la desesperación, e incluso a la locura. Siendo cuestionado por su hermana y su amigo Razumikhin, acosado por el terrible Svidrigáilov y vigilado e interrogado constantemente por Porfirio Petrovich, encargado de la investigación del asesinato, Raskolnikov terminará confesando y será llevado a Siberia a cumplir ocho años de condena. Pero Crimen y Castigo es principalmente una historia sobre la redención: Raskolnikov al final halla la paz en la figura de una joven prostituta, Sonia Marmeladova, quien será su salvadora y le prestará apoyo y consuelo, mostrándole la belleza incluso en los momentos más sombríos. Como en el relato de Lázaro, que Sonia suele leer, la vida de Rodión es un viaje gradual de renovación, el paso del mundo de lo profano a lo sagrado.
Los personajes de Dostoievski son siempre seres solitarios y angustiados, víctimas de un mundo absurdo y cruel. Es en sus mentes en donde verdaderamente se desarrolla la historia: son sus cavilaciones, sus dudas y penas las que mueven la trama. De esta forma, aunque formalmente se encuentre un epílogo o una consumación del relato, las historias del escritor ruso suelen ser narraciones inconclusas, que llegan hasta donde los caracteres decidan.
Este radioteatro fue emitido por la Radiodifusora Nacional de Colombia el 16 de agosto de 1953. Contó con la dirección y actuación de Bernardo Romero Lozano como Raskolnikov, y con las voces de Ana del Val, Alicia del Carpio, Carlos Muñoz, y Alejandro Salazar.
Por: Luisa Mancera