La Sub30 fue un magacín cultural y juvenil que destaca la importancia de la educación ambiental y el trabajo en comunidad. En varios capítulos se destaca el compromiso de un grupo de jóvenes activistas con la protección del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático. En este artículo, apreciaremos algunos fragmentos que muestran los emprendimientos de jóvenes colombianos y su relación con la naturaleza.
Una visión refrescante para el siglo XXI
La Sub30 fue un magacín juvenil a cargo del Ministerio de Cultura y producido por Videobase entre 2006 y 2008. Fue presentado por Simona Sánchez y Camilo Moya, quienes se encargaron de mostrar esa Colombia cargada de diversidad, a través de la música, el teatro, la literatura y otras manifestaciones culturales a partir de las labores de jóvenes colombianos.
El programa se caracterizó por brindar un espacio a la juventud, interesada en exteriorizar sus pensamientos bajo las diversas expresiones artísticas y emprendimientos. De esta manera, la audiencia aprendía de diferentes temas con una mirada fresca que complementaba las visiones tradicionales de la televisión pública colombiana.
Su emisión tuvo buena acogida, ya que alcanzó la marca de los 300 episodios, es decir, un año completo de episodios de 45 minutos de duración. Además, fue nominado a los premios India Catalina por la calidad de su contenido.
Dentro de su contenido, hay que destacar las numerosas secciones que hablaron de la agenda proambientalista, la cual cobró fuerza por el tema del cambio climático a principios del siglo XXI. En palabras concretas, se ha vuelto motivo de identidad política cualquier tipo de acción para proteger la naturaleza.
Este programa en particular continuaba con una tendencia de la década de los 90, que se basaba en darle una voz juvenil a los programas y discutir asuntos concernientes a su generación. En otras palabras, le apostaba los contenidos pro-naturaleza como Ecológica y la Brújula mágica, los cuales fueron fundamentales para cimentar las bases de series juveniles colombianas a finales del siglo XX.
La naturaleza y la juventud
Evidentemente, al ser un magacín con tantos episodios, seleccionar algunos fragmentos representó un ejercicio investigativo interesante: ¿Cuál es la relevancia del documento? ¿Por qué es importante para mostrar? La dirección de la Sub30 enfocaba su contenido en evidenciar cómo las pequeñas acciones tienen grandes impactos. Su teleaudiencia era joven y su objetivo era exponer cómo otros jóvenes aportaban a mejorar sus realidades con lo que tenían a la mano.
No hablaban de grandes construcciones o acaudaladas empresas transnacionales, sino de pequeños cambios en la vida que podrían impactar positivamente a nivel individual o colectivo.
A continuación, se observa a Juan David, un joven que decidió dejar la ciudad para vivir en el campo. Esto es una apuesta no solamente a nivel social, de aspirar a una sociedad ambientalista, sino que también refleja las dificultades de vivir en una ciudad cuya cotidianidad es rápida y, en varios casos, agresiva.
Perea Chacón, Álvaro (Director). (2008). La Sub30. Aislados o integrados: Capítulo 08. Silvania-Cundinamarca: Tiempo de Cine ; Señal Colombia – RTVC. Archivo Señal Memoria, DV-264951.
Por eso, autores como Constanza Hidalgo, Camila Rumián, Camila Saavedra, Tania Uribe, Anny Vidal y Rodolfo Mardones Barrera aseguran que hay pruebas que demuestran que una mayor interacción entre la naturaleza y el ser humano puede traer beneficios positivos para la salud mental.
Por otro lado, hubo episodios que expusieron la vida diaria de jóvenes campesinos. En este fragmento, se observa a María Janeth Grisales, una caficultora que, al igual que su padre, se dedica a la extracción y cultivo del café en la región del Eje Cafetero.
En este documento, hace un llamado para que las personas apoyen los métodos tradicionales y al campesinado para que los habitantes de las grandes ciudades tengan un excelente alimento en sus casas. El capítulo 349 de la Sub30 giró en torno a las realidades de los emprendimientos de los jóvenes habitantes de las áreas rurales colombianas.
Bautista, Claudia (Directora). (2007). La Sub30: Capítulo 349. Armenia-Quindío: Videobase; Canal U; Telemedellín; Señal Colombia. Archivo Señal Memoria, BTCX60-052173.
Otros emprendimientos nos demuestran que los humanos pueden mejorar y remediar errores del pasado cometidos contra la naturaleza. Por ejemplo, se aprecia un recorrido que se hace en el área rural de Villa de Leyva, Boyacá.
Lo interesante de esta sección es revelar el dinamismo e impacto que tiene la naturaleza con la intervención de los seres humanos cuando nos explican que Villa de Leyva no era necesariamente una tierra árida o desértica como se suele mencionar. Más bien, eran más verdes y fértiles sus campos. Esto es una muestra de la degradación de los suelos y, simultáneamente, de cómo los humanos se responsabilizan para recuperarlo.
Arenas, Paula (Directora). (2007). La Sub30: Capítulo 390. Villa de Leyva-Boyacá: Señal Colombia; RTVC. Archivo Señal Memoria, BTCX60-052178.
La naturaleza continúa
La Sub30 es la continuación de la programación de educación y concientización que ha fungido la televisión pública nacional a lo largo de su historia. Sus jóvenes presentadores, con los cuales su audiencia se identificaba, y su formato magacín facilitaron alcanzar a la joven audiencia de inicios del siglo XXI.
La invitación que esta serie brindaba a la audiencia era la de no perder la esperanza. En esos años, Colombia mantenía altos índices de violencia y parecía que no había otra salida sino la del sometimiento de esa horrorosa realidad.
Por: Jaime Cimadevilla Acevedo