Publicado el Vie, 09/03/2012 - 17:34 Artes y oficios
La sutil resonancia del piano
Para nuestra época, con sus desastres, no es suficiente un arte como el del pasado; para contemplar. Sobre todo después de las guerras. Fueron esos horrores los que transformaron la forma de concebir las artes. En el caso de la música, hasta comienzos del siglo XX, esta consistió, como señala Humberto Eco, "en un conjunto de realidades sonoras que el autor organizaba de modo definido y concluso, ofreciéndolo al oyente, o bien traducía en signos convencionales aptos para guiar al ejecutante de manera que éste reprodujese sustancialmente la forma imaginada por el compositor”. (1)
En parte fue la desesperanza, “la muerte de Dios”, la inutilidad del arte, lo que hizo de las creaciones “obras abiertas”; siguiendo a Eco, “…consisten, (…) no en un mensaje concluso y definido, no en una forma organizada unívocamente, sino en una posibilidad de varias organizaciones confiadas a la iniciativa del intérprete…” (2) Eco hace referencia a la música de compositores como Luciano Berio y Karlheinz Stockhausen.
Con los “istmos” que reaccionaron contra sus predecesores, en la segunda mitad del siglo pasado, surgió en “minimalismo”, en contra de la profusión del “pop art”; los artistas buscaron economía en los medios y una relación más directa con el entorno en que se da la obra. “Menos es más”.
En música, el minimalismo se da en la década de 1960; “… propugna un tipo de composiciones basadas en células rítmicas y melódicas muy breves que se repiten sin cesar, con escasas variaciones armónicas y tímbricas, donde la densidad sonora es escasa”. (3). Para el espectador desprevenido o poco familiarizado con esta clase de obras, la audición puede resultar difícil.
La diferencia en interpretar obras contemporáneas respecto a obras del pasado
El pianista y su aproximación a las obras contemporáneas
La respuesta y la participación del público
El repertorio de obras contemporáneas para piano
La obra y el papel del intérprete
Para el pianista Antonio Correa, la música creada en el siglo XX y lo que va del XXI es una muestra más del ingenio humano y de lo que es capaz: es tan válido y tan valioso interpretar música del siglo XVIII o del XXI porque nos da la oportunidad de apreciar diversas facetas del proceso creativo.
Aunque Eco también señala que las “nuevas obras musicales” tienen la posibilidad de ser “llevadas a su término por el intérprete en el mismo momento en que las goza estéticamente”, sin embargo para el pianista Antonio Correa, la música necesita la participación activa del espectador, no es suficiente sentarse a escuchar: si uno quiere que la música llegue a niveles profundos, es necesario estar atento a lo que está pasando, buscar por sí mismo las herramientas suficientes para aproximarse estéticamente la obra. Que se interpreten obras de esta índole y que tengan su público es esperanzador.
Antonio Correa hace parte del ensamble Als Eco, dedicado a la interpretación de nueva música tonal, especialmente aquella música denominada minimalista. En su repertorio se encuentran obras de Simeon ten Holt, Steve Reich, La Monte Young, Philip Glass, Jacob TV, Klaus Obermaier y Robert Spour, entre otros compositores.
(1)Eco, Humberto. Obra Abierta. Barcelona. Planeta Agostini, 1992
(2)Eco, Humberto. Op. Cit.
(3)Medina Palomares, Marina. El minimalismo. Tomado de: http://intercentres.edu.gva.es/intercentres/03014678/TRABAJOS_HISTORIA/trabajos_historia_0708/MINIMALISMO.pdf
Fecha de publicación original Vie, 09/03/2012 - 17:34