El arraigo de la zarzuela en Colombia viene desde muchos años atrás. Durante el siglo XIX, aún sin la existencia consolidada de orquestas sinfónicas y apenas con algunas instituciones de formación musical en ciernes, en Colombia ya se escribían zarzuelas. Teresa Tanco Cordovez de Herrera (1864-1945), compositora y pianista reconocida en la ciudad de Bogotá, aportó la zarzuela titulada Similia Similibus (s.f.). Por su parte, Juan Crisóstomo Osorio (1836-87), compositor e investigador musical, además de realizar el primer intento de historia de la música en Colombia (1879), escribió la zarzuela El elixir de la juventud (1881). El texto lo aportó el gramático y presidente conservador José Manuel Marroquín, con un atractivo uso de palabras esdrújulas, aspecto crucial para el carácter humorístico de la obra.
Durante la segunda mitad del siglo XIX fueron constantes también las giras de compañías italianas de ópera que, por igual, dedicaban temporadas al género español. De esa forma, el público de las urbes colombianas se familiarizó con la puesta en escena de zarzuelas escritas en España y diversos países de Latinoamérica; pero también con la interpretación de estas obras en la intimidad del hogar, mediante reducciones de las partes orquestales a la versatilidad del piano.
De esa forma, la atracción ejercida por las romanzas (el equivalente del aria en la ópera, que para el caso de la zarzuela resultaba ser generalmente una pegajosa canción) y la atracción de las tramas o historias en que se enmarcaban, estuvieron soportadas en un negocio muy activo. Estaban las giras de incontables compañías y la industria de partituras. Así, la zarzuela se volvió un género sumamente popular.
Esto explica por qué, una vez fundada en 1940, la Radiodifusora Nacional de Colombia abrió espacio para la zarzuela en la diversidad que caracterizó su programación musical. La zarzuela tuvo espacios semanales que, no solo figuran desde los primeros boletines de programación, sino que lo hacen de manera muy atractiva con una presentación graficada de sus historias.
Por otro lado, en la Fonoteca se conservan grabaciones de importantes figuras de la zarzuela como Miguel Fleta (1897 – 1938). Tenor español, Fleta fue un protagonista del desarrollo que tuvo tanto la ópera como la zarzuela durante la década de 1920. Estar activo en ese momento definió también la íntima relación que tuvo el cantante con la naciente industria la grabación y su difusión radial. Así se multiplicó su popularidad y es gracias a esa fértil relación que en la actualidad podemos disfrutar de su voz.
Se presenta a continuación un clip de audio realizado con algunos extractos de las romanzas preferidas por Miguel Fleta.
José Perilla
Miguel Fleta
Tenor español