Luis Daniel Vega, director de Señal Cumbia, nos habla de su top 5 de cumbias en nuestra genética musical.
A pesar de las numerosas polémicas, sin lugar a dudas la cumbia es la columna vertebral que atraviesa de cabo a rabo el devenir de la música tropical bailable en Colombia. Más allá de ese patriotismo sin límites de muchos, la cumbia es uno de los eslabones trascendentales de nuestra identidad y, por qué no decirlo, de nuestra gran inclinación a la fiesta.
Las canciones que están contenidas en esta nueva serie en Instagram de Señal Memoria hacen parte de discos de doce pulgadas que me he topado vagabundeando por las calles de Bogotá. Esta selección demuestra que en la cumbia hay lugar para la melancolía y la extática disonancia.
Vale la pena aclarar que, con la excepción de una sola, estas cumbias no son rarezas de coleccionistas. Al contrario, hacen parte del repertorio popular de verbenas, fiestas caseras decembrinas y las borgianas videorockolas apostadas en las tiendas de los barrios colombianos.
¡Sigan y disfruten!
Mario Gareña, el excandidato presidencial, nos deja este que podríamos llamar un segundo himno nacional. Una obra versionada desde Totó La Momposina hasta la Orquesta Filarmónica de Bogotá.
Mario Gareña - Yo Me llamo Cumbia
Originalmente compuesta por José Barros, Navidad Negra tiene en Pedro Laza uno de sus más ingeniosos intérpretes, aquí en una versión instrumental.
Pedro Laza y su Pelayeros. (1960). Navidad negra.
Una contundente frase nos introduce a esta Descarga a cargo de la Banda Bajera de San Pelayo.
Banda Bajera de San Pelayo - Descarga en cumbia.
Una de las cumbias más populares a cargo de Joe Arroyo y su orquesta La Verdad y el el más complejo dialecto palenquero.
Joe Arroyo y su Orquesta La Verdad. Suave bruta.
No hay mucho por agregar a la obra de este intérprete, tan colombiano como la arepa’e huevo y que al lado de, en ese entonces, su esposa no ofrece una rotunda versión de esta Danza negra.
Lucho Bermúdez y Matilde Díaz. Danza negra.
