Por: Luis Alfonso Rodríguez Norato
Culmina el Carnaval de Barranquilla 2019. El renombrado Joselito Carnaval, quien se ha gozado toda la celebración sin ir a su casa, parece haber muerto y con él las coloridas y alegres fiestas de este año.
Espacios culturales de la televisión pública, como es el caso del programa Crónicas de fiestas y músicos de Colombia, de Señal Colombia, dedica en el año 2004 uno de sus capítulos a la historia y las danzas del Carnaval, como parte de su objetivo de registrar las manifestaciones folklóricas de las diferentes regiones del país.
En esta ocasión, autoridades en los diferentes temas y escenarios propios de las festividades como el escritor Manuel Zapata Olivella, el maestro y filósofo Rafael Soto Mazanett, el investigador cultural y director de Telecaribe, Edgar Rey Sining, y la periodista Esther Hernández de Soto, entre otros reconocidos expertos, hacen un recorrido por las diferentes manifestaciones propias del Carnaval, en particular de las danzas que caracterizan los eventos principales de la celebración barranquillera.
Como parte de los aportes para la comprensión de la importancia del Carnaval de Barranquilla dentro de la identidad del Caribe colombiano y la cultura nacional, dejamos a continuación algunos elementos importantes de su origen y desarrollo como celebración popular, en la historia del puerto fluvial y marítimo de “la Arenosa”.
El miércoles de ceniza dentro del calendario religioso católico, marca el comienzo de un tiempo de penitencia y abstinencia conocido como la cuaresma. Los días anteriores a su comienzo han estado tradicionalmente relacionados con celebraciones y fiestas previas a “dejar la carne”, en referencia al ayuno y la abstención en el consumo de alimentos como este en signo de penitencia. El término en latín carnem-levare o quitar la carne es precisamente el que da origen a la palabra carnaval, con la cual se generalizan las celebraciones que se realizan en diferentes lugares del mundo occidental con el mismo motivo.
La costa caribe colombiana ha sido escenario privilegiado de estos festejos en los que se conjugan los elementos culturales de los continentes americano, africano y europeo unidos por la conquista y colonización españolas desde el siglo XV. Cartagena, Santa Marta y Barranquilla quedarían marcadas bajo la identidad de los carnavales populares que poco a poco tuvieron el arraigo necesario para convertirse en parte misma de la idiosincrasia de estas ciudades en su historia como parte de la república colombiana.
Cartagena fue el primer puerto donde los carnavales tuvieron arraigo, precisamente por ser el puerto más importante de comercio español durante los siglos XVI y XVII. Sin embargo, el nacimiento de Barranquilla a orillas de la arteria fluvial más importante del naciente país, el río Magdalena, fue quitándole la primacía al legendario enclave cartagenero, no sólo en la vanguardia portuaria, sino también en las celebraciones carnavaleras que se arraigaron poderosamente en la diversa y multicultural población del puerto barranquillero.
Si bien el origen del carnaval se remonta a tiempos coloniales, en Barranquilla su verdadero auge y el establecimiento de todas sus actividades es republicano. Durante el siglo XIX, los diferentes sectores populares, así como los sectores comerciales y de migrantes extranjeros fueron dando forma a cada uno de los espacios y particularidades propias de la fiesta barranquillera. Las danzas, reinados, conciertos, lectura de bandos y celebraciones de distinto orden han permitido siempre la participación de todos los sectores de la población, además de los numerosos visitantes que agolpan las calles de “la arenosa” durante esos días.
En reconocimiento a la importancia de este carnaval, el Congreso de la República lo declaró Patrimonio Cultural de la Nación en el año 2001. De igual manera la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Unesco, declaró en el año 2003 los carnavales de Barranquilla como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad.
El archivo de Señal Memoria guarda en sus registros esta producción de Crónicas de fiestas y músicos de Colombia, realizada por Comunicaciones Holísticas para Señal Colombia, con el testimonio de la celebración carnavalera en las imágenes de danzas como la del son de negros, la de los congos, los goleros, el paloteo,el garabato, los diablos arlequines, el fandango, el torito, y los chimilas, así como las cumbiambas de la batalla de flores, las comparsas de monocucos y marimondas y otras muchas actividades.