La Independencia de Colombia no fue un proceso de corto plazo ni de pocos actores. Esta empezó a gestarse desde finales del siglo XVIII con hechos como el levantamiento de los Comuneros, pero también con los viajes que personajes como Francisco de Miranda y Simón Bolívar hicieron a Inglaterra para reclamar la ayuda de los británicos en la lucha contra España. Entre muchos ofrecimientos, el Generalísimo Miranda destacaba que a cambio de la ayuda, los británicos podrían comerciar libremente a través de lo que hoy en día es el Canal de Panamá, un estrecho paso que vincula el Océano Pacífico con el Océano Atlántico y facilita la circulación de mercancías.
Los ejércitos que participaron en las guerras de independencia nutrieron sus filas, particularmente en los cargos de alto rango, de extranjeros que acompañaron a Bolívar, a Santander y a otros de los próceres como el general José María Córdova. La experiencia que les había dado su participación en las guerras napoleónicas, los hacía ver como unos buenos aliados y eficaces conocedores de estrategia militar.
Legión Británica
Con los soldados británicos, llegaron también sus armas. Y con todo ello una gran deuda con Inglaterra, pues aunque algunos vinieron con una mirada altruista, la mayoría demandaba un salario, e Inglaterra exigió un pago por su contribución al proceso de liberación. A ello se sumó la promesa de la entrega de terrenos a los combatientes y sus familias. Posteriormente vino la entrega de tierras aptas para la minería.
Hoy en día, en el cementerio británico, ubicado junto al cementerio Central de Bogotá yacen los restos de algunos de estos héroes y de sus descendientes. En algunas lápidas se encuentran referencias a sus oficios; muchos de ellos propietarios de la industria minera.
Además de británicos, llegaron franceses, polacos o alemanes. Muchos de ellos desocupados guerreros que ya habían cumplido su papel en Europa y que buscaban una inserción social que fácilmente encontraron en nuestros países. A estas migraciones se sumaron las de los viajeros y aventureros.
El Batallón de Infantería No. 18 de Ibagué recibe el nombre de Batallón de Infantería James Rook, en honor a uno de los principales compañeros de Bolívar, de origen irlandés, que murió en la batalla del Pantano de Vargas.