Por: Claudia Bautista
Ligia Fajardo de Guerrero llegó a la Radiotelevisora Nacional en 1960, enviada por parte del Ministerio de Educación para apoyar el segundo intento para darle a los colombianos una programación sólida en televisión educativa y, aunque el proyecto se quedó sin recursos en 1962, ella no perdió la fe.
Consciente de las debilidades del sistema educativo colombiano, en el que muchos profesores no contaban con especializaciones o estudios suficientes y el cubrimiento era precario, esta educadora comprendió rápidamente que la televisión podía brindar herramientas novedosas para fortalecer la educación nacional. (mira Inauguración de la TV educativa en 1961)
“Cuando nosotros visitamos las escuelas, les contábamos a los maestros, vamos a tener televisión educativa, les vamos a mandar a ustedes unas guías, unas orientaciones pedagógicas, entonces la gente no creía. Pensaban que los íbamos a reemplazar”, declaró en una entrevista en 1991.
Entre 1961 y 1962 se emitieron con gran acogida cursos de matemáticas, ciencias naturales, música, dibujo y trabajos manuales y ciencias sociales, la organización para la recepción de los programas en las aulas avanzó rápidamente y se retroalimentó con los maestros la calidad de las producciones.
De guionista pasó a jefe de la televisión educativa en 1962, año en que el proyecto se quedó sin presupuesto y, desde esa posición, fue parte del proceso que condujo a firmar un convenio con la Agencia para el Desarrollo Internacional de los Estados Unidos, USAID en 1964, año en que la reemplazó Pilar Santamaría de Reyes.
Para 1991, doña Ligia Fajardo estaba a punto de jubilarse y el magazín cultural “En cámara”, le hizo una entrevista que dio cuenta de su visión de un momento histórico de la televisión colombiana. Su testimonio es parte del Archivo Señal Memoria y se conserva en RTVC, Radio Televisión de Colombia, Sistema de Medios Públicos.
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